REFLEXIONES NIÑOS ANTE DIOS: DÍA SEXTO
SEGUNDA CONFERENCIA: LA PATERNIDAD ES LA ESENCIA DE DIOS
Ya habiendo reflexionado sobre la introducción del seminario nos volvamos un escalón más, es que obtener conscientemente la imagen de Dios cómo Padre.
LAS DIFICULTADES NOS OBLIGAN A DISCERNIR.
Muchas veces, cuando hablemos de infancia espiritual, nos abordarán (quienes no conciben a la infancia espiritual como importante) y nos dirán que somos infantiles, que vivimos en un infantilismo ideal, etc...
Estás dificultades nos obligan a DISCERNIR si nuestras acciones son realmente una vivencia de la infancia espiritual o si el resto tiene razón... En este discernir vamos a poder obtener las diferencias que necesitamos para mantener nuestra postura clara y dar luz sobre la misma a otros, ya viviendo claramente la infancia espiritual, nos resultará fácil encontrar las diferencias.
¿Cómo es mi postura ante las adversidades? ¿Confío real y ciegamente en la voluntad y providencia de Dios? ¿Veo el trazo del pincel de Dios pintando la obra de arte de mi vida?
En la infancia espiritual, podemos observar dos tipos, una es la primitiva, la segunda es la esclarecida, está última es a lo que él Padre José mencionaba como "culmen de todo lo grande que hay en el cielo y la tierra". Pensemos en esas dos diferentes infancias espirituales, el Padre nos llevará a verlas más adelante.
¿Que pienso que son cada una de ellas? ¿Son como escalones de profundización? ¿De ahondarnos en la infancia espiritual?
Aquí el Padre comienza a platicar sobre las causas... "Causa totalis", contenida en el nombre de nuestra comunidad, "causa partialis" contenido en el apostolado de cada uno de nosotros, y nos relaciona este tema, más allá de con nuestros ideales personal y comunitario, sino también con nuestro carisma...
¿Vivo el carisma de Schoenstatt tal como el Padre lo concibió? ¿Soy ese faro orientador para otros? ¿Con mi vida y accionar, me diferenció de otros en mi carisma?
Y el Padre José nos dice luego "debemos tener una carisma claro y marcado, quien transmita con ardor ese espíritu siendo él mismo un faro orientador, actuará con creatividad, creará algo grande en la iglesia"... ¿Tenemos claro y marcado el carisma? ¿Nos falta ahondar, bucear, en nuestro carisma? Y luego nos exhorta a amar nuestro carisma aún más hondamente que a la acción exterior de la comunidad, sino nuestra comunidad quedará meramente en un apostolado... Y para "cumplir con la misión apostólica, debemos primero formar hombres apostólicos"... Ahí es donde nos quiere el Padre...
¿Amo el carisma más que nuestro servicio? ¿Doy fe del carisma por medio de mi vida? ¿Puedo ver qué cuando el carisma cruza mi apostolado, se enriquece mi acción y mi interior?
Hoy, vayamos con la idea de reflexionar sobre las preguntas de arriba, para mañana volver con ideas nuevas y más dudas, que a la luz del santísimo y de la voluntad de Dios nos ayuden a discernir.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6