Venid a mí todos los que estáis cansados
"Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda (... ) Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres." (Is 40, 10-11)
Creo en ti, Señor,
espero en ti, Señor;
te amo, Señor,
Ayúdame a demostrarte que te quiero;
Ayúdame a no volver a ofenderte.
Te adoro Señor porque eres mi creador y te anhelo porque eres mi fin;
te alabo porque no te cansas de querer mi bien, y me refugio en ti, porque eres mi protector.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, ayúdame a prensar en ti;
te ofrezco mis palabras, ayúdame a hablar de ti;
te ofrezco mis penas y cruces, ayúdame a sufrir por ti;
ayúdame a cumplir tu voluntad.
Te pido Señor, que ilumines mi entendimiento, que fortalezcas mi voluntad, que purifiques mi corazón y santifiques mi espíritu.
Dame tu gracia, Señor, para amarte y buscar el bien de mi prójimo.
Enséñame, Señor, a comprender la pequeñez de lo terreno, la grandeza de lo divino, la brevedad de esta vida y la eternidad futura.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén
(De una oración del Papa Clemente XI)
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6