8 de Diciembre

Imagen principal de la publicación

Es el mismo Espíritu Santo el que nos lleva a venerar a María. De hecho, cuenta el Evangelio que Isabel, llena del Espíritu Santo, se sintió indigna de estar ante María, y le dijo: "Bendita tú eres entre todas las mujeres... ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme?" (Lucas 1,41-43).

Muchas veces se le llama Esposa del Espíritu Santo, porque él se derramó en María desde el primer instante de su existencia, la fecundó misteriosamente para que engendrara a Jesús. Además, ella quiso estar con los Apóstoles para ayudarlos a esperar Pentecostés, y toda su existencia fue una delicada y madura docilidad a los impulsos del Espíritu de amor.

Digámosle con amor en nuestro corazón: 

"María, acompáñame. Ayúdame Madre, para que pueda abrir mi corazón al Espíritu Santo; enséñame a invocarlo, a desearlo, a esperarlo, para que también en mi vida, en mi familia y en mi barrio haya un nuevo Pentecostés."


👉http://bit.ly/2WjHNAp

#CincoMinES

#VíctorManuelFernández 

#EditorialClaretiana

Oración de la comunidad

Secuencia de Pentecostés

"Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo, un rayo de tu luz. Ven, padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz. Consolador, lleno de bondad, dulce huésped del alma. Penetra con tu santa luz en lo más íntimo del corazón de tus fieles. Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente. Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, cura nuestras heridas."

¡Gracias! 190 personas oraron

7 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

loader

Los cinco minutos del Espíritu Santo

Me inscribo