Día 8: morir de amor. La unión con el amado

Queridos amigos:

¡Bienvenidos a este retiro que seguiremos de la mano del gran místico San Juan de la Cruz!

Para hoy

¿Cuál es la finalidad de toda esta etapa de purificación de nuestra alma? ¿Cuál es el fin de nuestra vida? Amar y ser amados. Da un repaso por toda tu vida y lo que quiere tu corazón. ¿No es amor lo que anhelas? ¿No han sido por amor que se han producido heridas en tu corazón?

Tal vez ese deseo de amor esté oculto por otras cosas que deseas. Puede ser poder, dinero, fama. ¿Pero no es todo eso en realidad un deseo de amor? Ese vacío que no logras llenar con nada. Ese anhelo de ser reconocido, de ser valorado, de ser mirado a los ojos, de saber que eres importante para alguien, ¿no es deseo de Amor?

Y la finalidad de todo este proceso de purificación en el que intervienen todas las circunstancias de nuestra vida es ir recibiendo todo ese Amor de Dios hasta que ya no podamos contenerlo e incluso pueda producirse la muerte por Amor. ¿No sería la más bella forma de morir? Es lo que no espera, un Amor pleno y eterno.

Sus textos

Dice así San Juan de la Cruz:

"Donde es de saber que el morir natural de las almas que llegan a este estado, aunque la condición de su muerte, en cuanto el natural, es semejante a las demás, pero en la causa y en el modo de la muerte hay mucha diferencia. Porque , si las otras mueren causa por enfermedad o por longura de días, éstas, aunque en enfermedad mueran o en cumplimiento de edad, no las arranca el alma sino algún ímpetu y encuentro de amor mucho más subido que los pasados y más poderoso y valeroso, pues puedo romper la  tela y llevarse la joya del alma. Y así , la muerte de semejantes almas es muy suave y muy dulce, más que les fue la vida espiritual toda su vida; pues que mueren con más subidos ímpetus y encuentros sabrosos de amor, siendo ellas como el cisne, que canta más suavemente cuando se muere. Que por eso dijo David (Sal 115,15) que era preciosa la muerte de los santos en el acatamiento de Dios, porque aquí vienen en uno a juntarse todas las riquezas del alma, y van allí a entrar los ríos del amor del alma en la mar, los cuales están allí ya tan anchos y represados, que parecen ya mares; juntándose lo primero y lo postrero, de sus tesoros, para acompañar al justo que va y parte para su reino, oyéndose ya las alabanzas desde los fines de la tierra, que , como dice Isaías(24,16) ,son gloria del justo." 

(Llama de amor viva Canción 1 verso 6 punto 30)

Meditemos

-Después de leer estas hermosas palabras te invito a hacer un momento de recogimiento interior

-Busca, si puedes, un lugar tranquilo. 

-Relájate con una inspiración profunda y abandona todas tus preocupaciones en manos de tu Padre Dios. Recuerda ahora aquella vez en que tuviste una experiencia fuerte del Amor de Dios. Lo pudiste experimentar incluso de forma sensible. 

-Revive esa experiencia de Amor. Si no has experimentado nunca el amor sensible de Dios, no importa, pídeselo a Jesús. 

-Ábrete a ese Amor. Tal vez Jesús está esperando que le abras la puerta. Si la tienes abierta espera confiado en que Él vendrá. 

Oremos

Estamos en Adviento, repitamos con fe:

 ¡Ven Señor Jesús!. Amén.


Queridos amigos, ¡hasta mañana!

Oración de la comunidad

Letanías a San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz, ruega por nosotros. San Juan, glorioso padre nuestro, ruega por nosotros. Amado hijo de María, Reina del Carmelo, ruega por nosotros. Fragante flor del jardín del Carmelo, ruega por nosotros. Admirable poseedor del espíritu de Elías, ruega por nosotros. Piedra fundacional de la reforma carmelita, ruega por nosotros. Hijo espiritual y amado padre de santa Teresa, ruega por nosotros. El más vigilante en el ejercicio de la virtud, ruega por nosotros. Tesoro de caridad, ruega por nosotros. Abismo de humildad, ruega por nosotros. El más perfecto en obediencia, ruega por nosotros. Invencible en paciencia, ruega por nosotros. Constante amante de la pobreza, ruega por nosotros. Paloma de sencillez, ruega por nosotros. Sediento de mortificación, ruega por nosotros. Prodigio de santidad, ruega por nosotros. Doctor místico, ruega por nosotros. Modelo de contemplación, ruega por nosotros. Ferviente predicador de la Palabra de Dios, ruega por nosotros. Obrador de milagros, ruega por nosotros. Que trae alegría y paz a las almas, ruega por nosotros. Terror de los demonios, ruega por nosotros. Modelo de penitencia, ruega por nosotros. Fiel guardián del viñedo de Cristo, ruega por nosotros. Ornamento y gloria del Carmelo, ruega por nosotros.

¡Gracias! 278 personas oraron

8 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Retiro con San Juan de la Cruz: del dolor al amor

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