Día 7: silencio interior
Queridos amigos:
¡Bienvenidos a este retiro que seguiremos de la mano del gran místico San Juan de la Cruz!
Para hoy
Para que el alma pueda entrar en comunión con Dios es necesario que recoja sus potencias. La Santísima Trinidad habita en nuestra alma. San Agustín lo descubrió cuando se dio cuenta de que buscaba fuera lo que tenía dentro. Santa Teresa de Jesús habla de nuestra alma como de un castillo interior dónde habita Dios. Para darnos cuenta de esta presencia de Dios es necesario que hagamos silencio interior. No es un silencio solamente exterior, aunque este ayuda mucho, sino que es un trabajo interior de silenciar las potencias. A esto dedica San Juan de la Cruz muchos capítulos de sus obras.
Si la labor que Dios hace en nuestras almas es sobrenatural, no podemos acceder a ella desde lo natural. Es preciso apagar las luces de nuestro entendimiento para amar a Dios.
Este silencio interior lo podemos practicar durante el día, parando ese monólogo mental que a veces discurre sin que no demos ni cuenta. Tantos pensamientos y preocupaciones que nos quitan la paz. Y ante todo es importante buscar todos los días un rato de silencio para estar con Dios en oración.
Sus textos:
San Juan de la Cruz en su obra “Subida al Monte Carmelo” habla de esta labor de purificación activa de las potencias que hace posible que Dios haga su obra y nos lleve a la divina unión. Dice así:
"Pero, porque aquí vamos dando doctrina para pasar adelante en contemplación a unión de Dios (para lo cual todos esos medios y ejercicios sensitivos de potencias han de quedar atrás y en silencio, para que Dios de suyo obre en el alma la divina unión) conviene ir por este estilo desembarazando y vaciando haciendo negar a las potencias su jurisdicción natural y operaciones,para que se dé lugar a que sean infundidas de lo sobrenatural, pues su capacidad no puede llegar a negocio tan alto, antes estorban, si no se pierde de vista. Y así , siendo verdad, como lo es, que a Dios el alma antes le ha de ir conociendo por lo que no es que por lo que es, de necesidad, para ir a él ha de ir negando y no admitiendo hasta lo último que pudiere negar de sus aprehensiones, así naturales como sobrenaturales. Por lo cual así lo haremos ahora en la memoria, sacándola de sus límites y quicios naturales y subiéndola sobre sí, esto es, sobre toda noticia distinta y posesión aprehensible, en suma esperanza de Dios incomprehensible"
Meditación
-Si os parece podemos hacer ahora un tiempo de silencio interior.
-Retírate si puedes a un lugar silencioso, relájate haciendo una respiración profunda y abandona todas tus preocupaciones en manos de tu Padre Dios. Al quedarte en silencio notarás que tu cabeza está llena de pensamientos e imágenes. Y tu corazón, tal vez, lleno de afectos, dolores, miedos. Estás muy distraído y todo eso es como un montón de hojarasca que no te permite ver más allá. No te inquietes.
-Deja todo eso en manos de Jesús. El deseo de desprenderte de todo ya es oración. Es un trabajo de cada día ir vaciando tus potencias. No lo conseguirás en un momento , es un trabajo ,poco a poco , paso a paso.
Oremos
Jesús, me gustaría hacer este ejercicio de silencio interior. San Juan de la Cruz, intercede por mí. Amén.
Queridos amigos, ¡hasta mañana!
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6