LA SAVIA QUE NOS NUTRE

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MARÍA EMILIA es una mujer que sabe remontarse por encima de todas las cosas y lanzarse a la búsqueda de los valores definitivos que llenan la sed de plenitud que hay en el corazón del hombre.


Es mujer contemplativa y apostólica, vive la experiencia de la identificación con Cristo en el Misterio de la Eucaristía. A esta identificación con Jesús Eucaristía se une el singular amor a María y el espíritu misionero, que le impulsa a llevar la Buena Nueva a todos los hombres, hasta los últimos confines de la tierra.


María Emilia, dócil al impulso del Espíritu, inicia en la Iglesia una andadura: las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada que han recogido la antorcha viva de manos de la Fundadora y están dispuestas a seguir manteniendo en la Iglesia los mismos ideales. Son ya más de cien años evangelizando desde la Eucaristía, adorando a Jesús y siendo entrega para los hermanos, al calor de María Inmaculada.

Beata María Emilia Riquelme ruega por nosotros, por todos aquellos que se encomiendan a tu intercesión, haznos dóciles,   santos a la voluntad de Dios, sirviendo y amando con generosidad y alegría, que ninguna dificultad nos aparte del camino de Jesús.

¨Al pie del sagrario es donde se amasan las grandes batallas del amor de Dios¨ MER 

Oración de la comunidad

Oración de la humildad, escrita por María Emilia Riquelme

Jesús mío por tu amor, por tu infinita misericordia, dame un poquito de luz, que yo te conozca y me conozca a mi, aunque tenga mucho que sufrir. Que yo sea buena y te busque en todo y sólo a Ti, que yo sea sencilla y chiquita que no busque más que ocultarme en todo y siempre. Jesñus mío dame la humildad y la dulzura de tu corazón dime lo que tengo que hacer y lo que tengo que hablar, dimelo todo Jesús mío; hazme muy dócil y que voluntariamente no te desagrade nunca. Jesús mío yo no puedo nada pero Tú lo puedes todo. Ayúdame no me dejes haz que te ame mucho, Jesús mío soy tuya.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Historieta: mi Dios y mi Todo

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