El Reino de Dios está en medio de vosotros
Pero no sabemos verlo o lo vemos distorsionado. Sólo la luz del Espíritu Santo y las maravillas que Dios hace en medio de los hombres nos señalan que Dios no nos ha dejado. Que no es un relojero que se ha desentendido, sino que se preocupa de su criatura, el hombre.
Por eso, el demonio se enrabieta y se enoja. Porque no puede ver que el triunfo de Cristo es total
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6