REFLEXIÓN DEL DÍA: HA LLEGADO LA HORA DE TU AMOR.
Hermanos, hoy el maestro en el evangelio nos dice de que tamaño debe ser nuestra fe, un granito de mostaza, pequeño, casi insignificante es lo que nos alcanza para mover montañas, que haríamos si tendríamos la fe de un melón?
En el evangelio nos dice muy claramente, que primero debemos mostrar nuestra fe, ser servidores fieles de Dios y recién ahí podremos sentarnos a la mesa a comer y beber, de ese banquete celestial que disfrutaremos cuando lleguemos a nuestra morada eterna.
Debemos pedir a Dios, nos aumente la fe, nos de la fe que tenía María, solo con un 10% de la fe de María podremos realizar grandes servicios a Dios.
Y mantenernos en nuestra alianza de amor, esa renovación de nuestro bautismo, esa reafirmación de la unción del espíritu santo en nuestras vidas, que nos educa, transforma y moldea día a día, en la voluntad del plan divino.
Pidamos al espíritu nos de la unción con el aceite, para que nuestra batalla contra el demonio nos resbalemos de sus garras y no podamos ser atrapados por él, y que la unción nos traiga sabiduría y paz.
Que nuestra alianza, cuando estemos agobiados, desanimados, caídos, suscite con todas las fuerzas del espíritu y nos diga "hijo ha llegado la hora de tu amor".
Que la bendición del buen Padre Dios, nuestro señor Jesucristo y nuestra Madre y Reina descienda sobre todos ustedes en este hermoso día del señor.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6