Hermanos, hoy los invito a reflexionar sobre nuestra guía a otros, la corrección y la humildad.

En el evangelio claramente Jesús nos dice que no debemos juzgar, ya que nosotros podemos estar cometiendo errores peores a los que juzgamos.

Cuántas veces caemos en querer corregir al prójimo pero no vemos nuestros errores. Esto nos invita a tener y trabajar sobre nuestra humildad de corazón, sobre reconocernos pecadores débiles, sobre reconocer que todos fallamos muchas veces y que sólo Dios es digno de juzgar.

Nosotros no conocemos la realidad de vida en lo oculto o en el interior del prójimo, y eso nos inhabilita de inicio para juzgar, podremos intentar una corrección fraterna, desde la humildad y sabiendo que nos exponemos a ser corregidos también.

Nos pasa que vamos por la vida buscando la paja en el ojo del prójimo y no nos miramos a nosotros mismos?

Es muy importante estar en oracion, pidiendo al espíritu santo que nos quite las vigas del ojo, y nos utilice como instrumento ante el prójimo, para ser reflejo del amor purificante de Dios.

Los invito a reflexion sobre lo que nos cuesta más, sobre que podemos trabajar a diario para autoeducar en la crítica malsana, y que podemos brindar con amor en la comprensión y misericordia de Dios.

Que tengan un hermoso y bendecido viernes, que el señor los ilumine y les permita ver con claridad antes de corregir.