Isabel y Gonzalo (en el centro de la foto) son un matrimonio español de Laicos Misioneros Combonianos (LMC) que vivieron seis intensos años de misión en Arequipa (Perú). El pasado mes de julio, decidieron volver durante tres semanas para reencontrar las comunidades y personas con las que habían compartido aquel retazo de vida. Lo hicieron por ellos, pero sobre todo por sus dos hijos Ángel y Carmen, para que “se reencontraran y pusieran en su sitio esos recuerdos que seguro estaban en su corazón”.

Así describe Gonzalo este volver:

Hemos disfrutado mucho viendo cómo nuestro hijos se reenganchaban desde el primer día. Se han sentido a gusto y con libertad para hablar y jugar con sus amigas y amigos como si estos cinco años en España no hubieran transcurrido. Ha sido un salto también en su madurez al insertarse conscientemente a una realidad muy exigente, en la que la pobreza salta a la vista. Y lo han vivido con naturalidad. No querían regresar ‘a casa’ porque se sentían ‘en casa’. Para todos ha sido una gozada encontrarnos con las familias amigas y compartir como familia cómo han sido estos años de distancia para ellos y para nosotros; sentirnos familia entre familias, con unas claves comunes como padres y madres, a pesar de las diferencias de nuestros contextos. Cómo han progresado algunas, cómo han sufrido otras… Lo más bonito, tal vez volver a ver a Maricarmen Fonseca, una niña especial que fue desahuciada por los médicos y que ahora estudia en su cole, va solita en el bus escolar y es cuidada por su familia como una princesa… es el milagro de la vida.

Por intercesión de San Daniel Comboni, oremos por todos los misioneros, que como Isabel y Gonzalo, son puente entre culturas y pueblos, contribuyendo a la construcción de esa gran familia universal que formamos todos los seres humanos, los hijos amados por el Dios de la vida.