Hoy hermanos quiero que meditemos sobre el evangelio del día (Lucas 5, 1-11).

El evangelio de hoy parece sencillo, Jesús hablando, despues el poder de saber dónde tirar las redes y los primeros siguiéndolo... Pero encierra muchas cosas entre líneas.

Lo primero es que Jesús, le hablaba al pueblo, pero se sube, se eleva en una barca... El marca que nos habla desde lo alto, nos baja la palabra de Dios Padre hasta los suelos.

Lo segundo, nos elije, el sabe quiénes somos cada uno de nosotros, conoce nuestras miserias y nuestra mejor cara, y nos acepta tal cual somos ya que él conoce nuestro camino, sabe todos los pasos que daremos.

Lo tercero, la actitud de Pedro, Santiago y Juan... Postrados por temor, tal vez, ese temor de niños ante lo desconocido, que con la palabras, oyendola con el corazón, se torna en amor a Dios y al hijo de Dios.

Un amor profundo, claro, sin vueltas ni peros, un amor heróico, que deja todo atrás, que solo mira la meta de amar a Dios.

Podemos dejar atras nuestras pasiones malas, y abandonarlas, y seguir a Dios como pescadores de hombres? Podemos salir al encuentro del que sufre, ahí en nuestro lugar, en el trabajo, en casa, en la familia... En cada lugar donde estamos?

Seamos un poco más Pedros, y sigamos a Jesús en el camino del amor, tomemos a María, como nuestra Madre, así como la tuvieron los apóstoles, como educadora, que, ella en gracia del espíritu santo, nos llenará de milagros interiores... 

En la gracia del espíritu santo podamos arder en el corazón, como los discípulos, y podamos salir con las redes.

Que Dios los bendiga este hermoso jueves, María los acompañe en el camino y el espíritu santo les de ardor y fuego en sus corazones.