San Bartolomé, apóstol

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Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario

 San Bartolomé, apóstol

EVANGELIO

Jn 1,45-51

Lectura del santo evangelio según san Juan.

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret.» 

Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» 

Felipe le contestó: «Ven y verás.» 

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» 

Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?» 

Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» 

Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» 

Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»


Palabra del Señor


Para orar: (…) Jesucristo, Tú tienes el gran deseo de que todos te conozcan, para que encuentren el verdadero Amor del Padre. Pero has querido hacerte necesitado de mi boca para hablar de Ti. Cuenta conmigo. Aquí mismo donde vivo, en mi puesto de trabajo, entre mis amigos, sé que algunos no te conocen. Dame ese fuego misionero, la gracia de transmitir el encuentro contigo.

«Dios nos ha escogido y bendecido con un propósito: “Para que fuésemos santos e irreprochables en su presencia”. Nos eligió a cada uno de nosotros para ser testigos de su verdad y su justicia en este mundo. Creó el mundo como un hermoso jardín y nos pidió que cuidáramos de él. Pero, con el pecado, el hombre desfiguró aquella belleza natural; destruyó también la unidad y la belleza de nuestra familia humana, dando lugar a estructuras sociales que perpetúan la pobreza, la falta de educación y la corrupción.»

(Homilía de S.S. Francisco, 18 de enero de 2015).


Oración de la comunidad

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

¡Gracias! 20 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Corazón de María

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