Un nuevo anciano turkana

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Qué alegría para el misionero experimentar el agradecimiento y el reconocimiento del pueblo que te ha acogido y con el que se ha compartido una parte de tu vida. Esto es lo que le ha ocurrido al misionero comboniano español Daniel Villaverde. Daniel trabajó entre 1989 y 1995 en las parroquias de Katilu y Lokori de la región Turkana, en Kenya. Cuando este verano visitó de nuevo esta región se encontró con una sorpresa que no se esperaba: ser investido “anciano turkana”. El 21 de julio de 2019, después de la celebración eucarística en la parroquia comboniana de la ciudad de Lodwar que Daniel presidía, tuvo lugar esta sencilla ceremonia en la que Daniel recibió los atributos y utensilios del anciano turkana.

El anciano turkana no tiene ningún poder político, pero constituye un punto de referencia y un consejero cuya palabra es siempre escuchada antes de tomar decisiones importantes que afecten a la comunidad. Investir a alguien con el título honorífico de “anciano turkana” es algo raro porque es necesario un amplio consenso de que la persona elegida ha mostrado claras muestras de haber contribuido al bien de la comunidad. Y Daniel cumplía los requisitos por su amor a los turkana demostrado con hechos.

Pero ¿por qué ha pasado tanto tiempo desde que Daniel dejó la región turkana en 1995 hasta el momento en que ha recibido este reconocimiento? El mismo nos lo explica:

 

Cuando trabajaba en Lokori acompañaba un grupo de unos 300 jóvenes llamado Kailalé, entre los cuales había católicos, pero también musulmanes y protestantes, porque no hacíamos ninguna discriminación a causa de la religión. A muchos de ellos les apoyábamos económicamente para que pudieran realizar sus estudios. Los años han pasado y la mayoría de estos jóvenes, ahora adultos, ocupan puestos de responsabilidad en la sociedad turkana. Tres son miembros del Parlamento de Kenya, varios trabajan para el Gobierno en diferentes puestos administrativos y otros son maestros, directores de escuela, enfermeros, etc. Lo bonito para mí es que llegaron a entender que los estudios que cursaban con el apoyo de la misión católica no eran exclusivamente para beneficio personal, por eso la mayoría de ellos se han quedado en esta zona turkana, difícil y semidesértica, para apoyar a su gente. Al regresar yo después de tanto tiempo estas personas se han acordado del apoyo que recibieron por nuestra parte cuando eran jóvenes y han querido agradecerlo con este bonito gesto de la investidura de “anciano turkana” que me alegra enormemente. En realidad este honor es para toda la misión católica de Lokori a la que yo representaba en aquel tiempo como párroco.

 

Por intercesión de San Daniel Comboni, oramos por todos los misioneros y misioneras que trabajan en medio de pueblos y culturas diversas, que sepan amar, apoyar, acompañar, escuchar, comprender, implicarse, ayudar… y siempre, buscando lo mejor para la gente.

Oración de la comunidad

Oración por las misiones y las vocaciones

¡Oh Padre!, tú quieres que todos los pueblos alcancen la salvación; despierta, pues, en todo creyente un nuevo fervor misionero, para que Cristo sea testimoniado y anunciado a los que aún no le conocen. Por intercesión de San Daniel Comboni sostén y alienta a los misioneros en su obra evangelizadora y sigue suscitando nuevas vocaciones para las misiones. Virgen María, Reina de los Apóstoles, que has ofrecido el Verbo encarnado al mundo, dirige la humanidad hacia Aquel que es la luz verdadera que ilumina a todo viviente, y haz de nosotros unos fervientes colaboradores suyos. Por Cristo nuestro Señor. Amen.

¡Gracias! 20 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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