Hoy los invito a reflexionar sobre nuestra alianza de amor con María.

Hoy es día de alianza, en todos los santuarios y Ermitas se celebra de una u otra forma nuestro camino de alianza con nuestra Madre, Reina y Victoriosa tres veces admirable de Schoenstatt.

Que es nuestra alianza? 

Es un intercambio de corazones con María, es un pacto de amor puro y eterno con la madre de Jesús, nuestro señor, es un trato que cerramos con ella de amor fraterno.

Pero que exigencias tiene la alianza? 

Ella de ha comprometido a protegernos, a velar e interceder por nosotros, a susurrar nos con amor, las palabras que Dios tiene para nosotros.

Y nosotros? Nos comprometemos fielmente y filialmente a traerle más corazones para que ella eduque y transforme desde ese amor inmenso que tiene por el mundo... 

Nuestra entrega a ella, en la alianza, debe ser grande como su SI a Dios, en el momento de la anunciación, ella nos pide que le "demostremos que la amamos", con hechos. 

Nuestra filialidad o grado de profundización nos lleva a preguntarnos, como hemos llegado a esta alianza? 

Llegamos solo como hombres y mujeres que amamos a María?

Llegamos como aquel niño en el orfanato, que entrego su corazón y la amó desde ese momento y para siempre con fervor?

La alianza es el camino a Cristo, más hermoso, el experimentarse como niño, indefenso en manos de nuestra mamá, que con amor nos abraza, nos cobija y nos dice "no te preocupes hijo, se que duele, conozco de dolor, pero en Jesús todo va a estar bien"... Esas palabras de nuestra madre al corazón, nos llenan de amor y fervor... 

Que cosa no haríamos por nuestra madre que nos da todo y nos ama incondicionalmente?

Cuando fallamos en la alianza, acaso no nos sentimos terriblemente mal? Y nos lleva a ponernos de rodillas ante ella, con nuestro corazón en las manos pidiendo que nos consuele y nos sane?

Por ello hermanos, debemos honrar a nuestra madre, ir a ella como aquel niño que inició todo, con su corazón destrozado pero con la seguridad de que en manos de la madre de Dios todo va a estar bien, seamos fervorosos, que nuestro corazón arda por el espíritu y nos lleve por los caminos más sinuosos, de la mano de María, la victoria está asegurada.

Bendecido día de alianza, y que este día del niño nos encuentre como infantes espirituales frente a nuestra Madre.