Hoy los invito a reflexionar sobre la cruz.

Cuál era el significado de la crucifixión antes de Jesús?

La cruz era un castigo terrible para quienes habían cometido delitos, era la sentencia de muerte pública, elevado para que toda la comunidad vea la muerte de la persona en desgracia, y en aquella época su familia quedaba manchada por la muerte del crucificado.

Nuestro señor, ha roto el significado terrible de la cruz, lo ha transformado en un símbolo de amor y sacrificio por el prójimo. 

La cruz tiene un gran significado y resonancia en nuestra religión, se la identifica con el peso de los problemas que cada uno de nosotros llevamos día a día, algunos livianos, otro más pesados, otros insostenible...

El viacrucis, nos muestra muchas escenas de reflexión, sobre el ejemplo vivo que Dios nos deja a través de Jesús y quienes salieron al encuentro. El encuentro con María, que refortalece a Jesús interiormente para continuar el camino de sacrificio, el encuentro con Simón de sirene que ayuda a cargar la cruz de Jesús siendo símbolo de cómo podemos aliviar el peso de las cruces del prójimo, la asistencia con el agua y el sudario, ejemplo de la misericordia al que sufre.

Ahora... Cómo cargamos nuestras cruces? 

En el matrimonio, la frase cónyuge, nos invita a llevar ambos la cruz poniendo el yugo sobre nuestros hombros, ayudándonos a que la carga sea más liviana para ambos... El esposorio espiritual con Dios nos invita a poner parte del peso de nuestra cruz con Jesús, para que juntos llevemos adelante la caminata a nuestro Gólgota.

A veces cuando suelo decir "tenemos que amar la cruz mucho más" algunas personas se escandalizan, pero no fue exactamente lo que Cristo hizo por nosotros? No amo la cruz a voluntad del Padre Dios y la cargo por todos nosotros más allá de sus deseos? 

La cruz nos santifica, es nuestro camino, llevar la cruz silencioso, con amor a Dios y la providencia que nos rige día a día. 

Amar la cruz significa poner a Dios sobre todos los problemas, aceptarlos con humildad y caridad, sostenerse en la fortaleza del espíritu santo, orar a diario y vivir en la alegría que Dios me ama, en mi pequeñez y mi fragilidad, pero en la sabiduría de que no me dará nada que no pueda cargar, y sabiendo que debemos acudir a él para ser conyugue con Dios en nuestro camino de cruz.

El padre kentenich decía "Dios es Padre, Dios es bueno, bueno es todo lo que el hace"... Esta frase refleja la entrega a la voluntad de Dios Padre, de esa esclavitud libre, donde nosotros nos esclavizamos al servicio de Dios por elección, porque nuestro deseo más ferviente es cumplir su voluntad aún llevando las cruces más pesadas y cargando las de otros.

Pensemos hoy, cómo llevamos la cruz? La amamos lo suficiente? O puedo amar con verdadero gozo cada cruz del camino?

Que tengan un bendecido viernes, Dios los ilumine y el espíritu santo les de comprensión y amor a la cruz.