Costi Tudoriu es un anglicano de origen rumano-inglés ya que su madre era rumana y su padre británico. Se crió en Inglaterra hasta los 17 años, luego la familia se trasladó a Rumanía. Costi estuvo una temporada para luego regresar a Inglaterra donde por motivos de trabajo estuvo viajando a lo largo de diferentes países.

"Recuerdo como mi abuela británica me obligaba a confesarme, como niño yo no sabía el significado de la confesión, es que me obligaba mi abuela a venir", explica. En aquellos años hizo muchos amigos pero el que guarda un recuerdo más bonito es la amistad que tuvo con su abuelo, que era cura y que le marcó profundamente en su vida. "Recuerdo que decía que después de la salud lo que es más importante en la vida de una persona es la libertad, eran cosas que no entendía. También intentaba decirme con sus palabras que Dios nos había hecho libres y que éramos nosotros los que elegíamos entre el bien o el mal".

Costi iba a la iglesia pero de alguna manera empujado por sus abuelos, sin entender lo que era verdaderamente la Iglesia. Luego al llegar a España tuvo esa necesidad de irse a una iglesia, conoció a través de su hija a un sacerdote con el que tuvo un pequeño encontronazo, pero gracias a ese encuentro Costi empezó a ir cada vez más a la misa, se había creado entre ellos un vínculo.

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