Día 9 : María, reina de los apóstoles

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Oración para todos los días

Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: "La de conocerte más y amarte mejor."

Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo.


Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria.

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas.

¡Así sea!


Oración para el Noveno día

¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que extendiendo tu amor hacia los Carmelitas, aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten tu santo Escapulario consuelas sus almas cuando están en el Purgatorio, y con tus ruegos consigues que salgan cuanto antes de aquellas penas, para ir a gozar de Dios, nuestro Señor, en la gloria. Te ruego, Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo y me concedas el auxilio de Tus súplicas delante de Dios; súplicas que atraerán sobre nosotros bendiciones copiosas de gracias. 

¡Amén!


I. En la Biblia

Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, la esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento, el discípulo se la llevó a su casa. – Juan 19,25-27

Todos ellos perseveraban juntos en la oración en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. – Hechos 1, 14


II María: Reina de los apóstoles

Misal de la orden del Carmelo, segundo prólogo para el 16 de julio:

Dios nuestro Padre, la Virgen María nos ha vestido del hábito de su Orden para que seamos su imagen viva en el mundo, que no dejemos de contemplar tu Palabra, que amemos nuestros hermanos con tu propio corazón, y que les llevemos a Cristo dando nuestra vida por ellos.


III. Meditar con María

Confiando su discípulo bien-amado a su madre, Jesús dio a todos sus apóstoles una madre y un modelo de santidad.

¿Que es la santidad?  no es ni la perfección, ni el heroísmo, pero como diría santa Teresita del Niño Jesús, es “una disposición de corazón”. Un corazón disponible y amante, entregado a los demás, no por él mismo, sino a partir de lo que Dios le ha comunicado: su Amor.

Al final de esta novena, ¿podemos comprometernos a seguir el camino de la santidad, de la mano de Maria? Ella nos guiará hacia su Hijo y hacia nuestros hermanos, cada uno según su vocación 


IV. Oración final 

¡Oh, María! flor del Carmelo,

Viña florida, esplendor del Cielo,

Virgen y Madre del Hijo de Dios,

Virgen sin mancilla,

singular Madre cariñosa,

intacta de hombre,

¡Asístenos en nuestras necesidades!

(meditar en nuestros proyectos)

¡Oh, Estrella del Mar!

¡Ven a nuestro auxilio y muéstrate Madre nuestra!

Santa María, Madre de Dios,

te imploramos humildemente desde el fondo de nuestro corazón:

¡Que nada resista a tu intercesión todopoderosa!

Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.

¡Amén!


Señor, Dios nuestro, que has honrado a la Orden del Carmen con la advocación especial de la bienaventurada y siempre Virgen Maria, Madre del Hijo; concede a cuantos celebramos su recuerdo que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos al gozo eterno de la gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. ¡Amén!


Oración de la comunidad

Oración a la Virgen del Carmen

¡Oh, María! flor del Carmelo, Viña florida, esplendor del Cielo, Virgen y Madre del Hijo de Dios, Virgen sin mancilla, singular Madre cariñosa, intacta de hombre, ¡Asísteme en mis necesidades! (meditar en nuestras necesidades) ¡Oh, Estrella del Mar! ¡Ven a nuestro auxilio y muéstrate Madre nuestra! Santa María, Madre de Dios, te imploramos humildemente desde el fondo de nuestro corazón: Que nada resista a tu intercesión todopoderosa. Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Novena a Nuestra Señora, la Virgen del Carmen

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