Oración para todos los días

Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: "La de conocerte más y amarte mejor."

Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo.

Rosa del Carmelo, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.

Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria.

Reina del Cielo, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas.

¡Así sea!

Oración para el Segundo día

¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que por tu singular amor a los Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios, alumbrándolos con las luces de tu enseñanza y tu ejemplo del que dichosamente gozaron. Te ruego, Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, me asistas con especial protección, concédeme luz para conocer la infinita bondad y amar a Jesús con toda mi alma; para conocer mis culpas y llorarlas; para que, guiados por tu ejemplo y protección yo sepa cómo debo comportarme a fin de servirle a Dios con toda perfección; y para que mi trato y conversación sean siempre para su mayor honra y gloria y crecimiento espiritual de mis allegados.
Así, Señora, te lo suplico humildemente.

¡Amén!

I. En la Biblia

"María dijo entonces:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,

y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,

porque se fijó en su humilde esclava,

y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz.

El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí:

¡Santo es su Nombre!

Muestra su misericordia siglo tras siglo

a todos aquellos que viven en su presencia.

Dió un golpe con todo su poder:

deshizo a los soberbios y sus planes.

Derribó a los poderosos de sus tronos

y exaltó a los humildes.

Colmó de bienes a los hambrientos

y despidió a los ricos con las manos vacías.

Socorrió a Israel, su siervo,

se acordó de su misericordia,

como se lo había prometido a nuestros padres,

a Abraham y a sus descendientes para siempre.»

María se quedó unos tres meses con Isabel, y después volvió a su casa." – Lucas 1:46-56

II. María, flor del Carmelo

"Flor del Carmelo, Viña florida, Esplendor del Cielo, Virgen fecunda, Única. Dulce madre Virginal, a los hijos del Carmelo, dale tus privilegios, Estrella del Mar" – Oración de santo Simón Stock, General de la orden carmelita, año 1251

III. En la escuela de María

Mientras recitaba esta oración, Simon Stock tuvo un día una visión de la Virgen con el Escapulario que le decía: 

«Esto será un privilegio para ti y todos los Carmelitas: el que muera vistiéndolo será salvado.»

La protección de María respondió a la confianza de Simón Stock, manifestándose por el don de un hábito. 

Acoger esta protección de María significa adoptar las disposiciones y las virtudes que la Virgen ha manifestado en su vida. No esforzándonos solos, sino dejándonos conducir por ella, dejándonos consagrar por ella.  

¿Qué actitud de la Virgen María podría hacer mía hoy?  ¿Su alabanza al Señor? ¿Su disponibilidad? ¿Saber escuchar? ... puedo pedirle que interceda para que el Señor cambie mi corazón ... 

IV. Oración final 

¡Oh, María! flor del Carmelo,

Viña florida, esplendor del Cielo,

Virgen y Madre del Hijo de Dios,

Virgen sin mancilla,

singular Madre cariñosa,

intacta de hombre,

¡Asístenos en nuestras necesidades!

(meditar en nuestros proyectos)

¡Oh, Estrella del Mar!

¡Ven a nuestro auxilio y muéstrate Madre nuestra!

Santa María, Madre de Dios,

te imploramos humildemente desde el fondo de nuestro corazón:

¡Que nada resista a tu intercesión todopoderosa!

Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.

¡Amén!