Julio 22 - Quinto día: Parejas poco fértiles, infértiles o estériles

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Oración para todos los días

Soberana Madre de la Reina del cielo y Abuela del Verbo humanado; mi señora Santa Ana, con humilde reverencia postrado ante tus pies, te suplico, que si el favor que te pido ha de ser para gloria de tu Santísimo Nieto, Dios y Señor mío y bien de mi alma, me lo concedas, y si no, endereza mi ruego de manera que sea de mayor agrado para la gloria suya y provecho espiritual de mi alma. 

¡Oh, gloriosa Santa Ana! que estas llena de compasión por quienes te invocan y de amor por los que sufren, continúa intercediendo por mí hasta que mi petición sea concedida. 

¡Amén!


Del Evangelio según San Juan

 El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, poniéndose de pie, exclamó: «El que tenga sed, venga a mí; y beba el que cree en mí». Como dice la Escritura: "De su seno brotarán manantiales de agua viva."

Juan 7:37-38



Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: "No le quebrarán ninguno de sus huesos." Y otro pasaje de la Escritura, dice: "Verán al que ellos mismos traspasaron."

Juan 19:36-37


Santa Ana experimentó la herida de la esterilidad. Durante 20 años, junto a Joaquín ella imploró al Cielo para que le concediera descendencia. Su oración se purificó y finalmente, la gracia de convertirse en los padres de la santa Virgen les fue dada.

Santa Ana invita a las parejas que sufren la falta de hijos a elevar los ojos hacia el Salvador en la Cruz, para que beban del agua viva que brota del Corazón de Cristo, y para que la sangre de Cristo les consuele y les sane.

Y para que una vez renovados, puedan descubrir la fecundidad a la que son llamados…


Yvon Nicolazic, campesino bretón a quien Santa Ana se le apareció en el siglo XVII, estaba casado ya hacía 10 años con Guillemette. Su gran sufrimiento era de no tener hijos. Después de las apariciones, tuvieron 4 hijos. El milagro ofrecido al vidente se difundió, y otras parejas estériles vieron sus deseos cumplidos. Incluso Ana de Austria envió una dama de su corte a Sainte Anne d’Auray, Francia para pedir un pequeño hijo para Francia.


Cada año, un peregrinaje reúne “las parejas con esperanza de concebir hijos”, habitualmente el 2do domingo de Septiembre, cuando se celebra la fiesta de la Natividad de la Santa Virgen. 


Día Quinto

Santa Ana llevó a su hija María al templo para ser educada allí bajo el cuidado de los sacerdotes, según el voto que había hecho de ofrecer a Dios el fruto de bendición. ¡Qué increíble holocausto debió vivir nuestra Santa Ana al entregar su hija a Dios! Después de Jesús, Dios, nada puede compararse con la grandeza y santidad de María; de aquí el mérito y valor de la ofrenda que a Dios hace Santa Ana. Y si el amor a la ofrenda realza también a la persona que lo ofrece, ¿qué madre puede amar tanto a su hija como Santa Ana ama a María? Porque nuestra amada Santa al ver a su Hija María, al oírla hablar, se le inflamaba el corazón de amor hacia ella y de amor hacia Dios, pareciéndose a los bienaventurados que ven a Dios en las criaturas, como nosotros vemos la Vida en el hombre que se mueve y que  toma acción, como dice San Agustín. 

Si María nos dio a Jesús, Santa Ana nos dio a María; por tanto, escribe San Juan Damasceno, «todos estamos muy obligados a los Padres de María»; y como dice San Alfonso de Ligorio: «Después de Jesús, María y José, ¡los Padres de la Madre de Dios!»


¿Qué dice la Iglesia?

«Mido el sufrimiento de aquellos que viven dolorosamente la ausencia de hijos. ¡Que puedan encontrar personas sensibles en medio de la comunidad cristiana y que descubran la alegría de dedicarse al servicio de sus hermanos!»

Discurso de San Juan Pablo II, Sainte Anne d’Auray, Francia – Septiembre 20, 1996 - N°11


«El matrimonio no ha sido creado únicamente para la procreación. Pero el carácter mismo de la alianza indisoluble establecida entre las personas, como el bienestar de los hijos, requiere que el amor mutuo de los esposos es siempre presente a través de la rectitud, para que progrese y florezca. Es por eso que –si a pesar del deseo ardiente de los esposos, los hijos no vienen – el matrimonio, como comunidad y comunión de toda la vida, persiste y guarda su valor y su carácter inseparable.»

Gaudium et Spes, N°50-3


Oremos:

Santa Ana, hoy te rezamos por y con las parejas infértiles, poco fértiles y estériles. Están casados desde hace largos meses, largos años, pero no tienen hijos y sufren. Algunos se encontraron demasiado tarde para tenerlos, o simplemente quieren agrandar la familia, pero los hijos no vienen, y, a pesar de su deseo, la salud, el equilibrio familiar u otra razón grave no les permite tener otro hijo.

Tú, que has conocido lo doloroso de la infertilidad, dales consuelo, guárdalos en tu corazón y ayúdalos a mirar a tu nieto crucificado: de su corazón traspasado surge la vida. Que esta Vida sacie su sed y que los levante, que la Sangre y el Agua sean para ellos fuente de sanación, que sean restaurados en su fertilidad, para que sean fecundos.


¡Santa Ana! te pedimos

ser la guardiana de la fe en nuestros corazones,

de la gracia en nuestras almas,

de la solidaridad en nuestros hogares,

del amor en nuestra familia

de la reconciliación en la Iglesia

de la paz en el mundo.

Guarda viva en nosotros

la virtud de la esperanza.


¡Santa Ana, madre de María y abuela de Jesús, 

vela por nosotros, y por nuestros ancianos!



Conclusión:

Si no dispones de mucho tiempo para orar:

  • Un Padre Nuestro,
  • Un Ave Maria, (que puede adaptarse: “Dios te salve María, hija de Santa Ana, llena de gracia, el Señor es contigo…)
  • Un Gloria
  • Santa Ana, ruega por nosotros y nuestras familias.



Si dispones de un buen espacio de tiempo para orar :

  • Diez Ave Marias, o
  • Una decena delRosario, o
  • Un Rosario entero, 

Y terminar diciendo:

  • Santa Ana, ruega por nosotros y nuestras familias.


Oración Final

Damos gracias a Dios por permitirnos conocer y amar a nuestra querida Santa Ana y gloriarnos con las gracias y bendiciones con que la adorna el Altísimo. 

Santa Ana, te pedimos que nos concedas, la gracia de conocerte y amarte más y más, de conocer y amar a Dios, como tú le conociste y amaste, de detestar el pecado, el único mal verdadero, y de vivir y morir como tú, por Dios y para Dios. 

¡Amén!



Oración de las parejas que esperan concebir hijos

Santa Ana, durante años, junto a Joaquín, has esperado la venida de un hijo.

Pasado ese tiempo de pruebas, de vuestra unión nació María la Inmaculada.

Te has aparecido a Yvon Nicolazic quien con su esposa Guillemette, esperaban concebir un hijo más de una decena de años. Tú colmaste de alegría a esta pareja que oraba fielmente a ti, porque 4 hijos nacieron en su hogar.

Santa Ana, escucha nuestra oración, para que nuestra espera sea colmada. Tú conoces nuestro deseo de dar la vida, de ser padres, de ver niños creciendo en nuestro hogar. Los educaremos en la fe de Jesús salvador, en la esperanza de vivir contigo cerca de María en la gloria del cielo, en el amor del Señor y de nuestros hermanos.

Santa Ana, en ti confiamos. Intercede por nosotros. ¡Amén!


Proposición de lectura : Sean fecundos y multiplíquense, parejas infértiles, razones para tener esperanza en Sainte Anne d’Auray, France –  Juliette Chové

Oración de la comunidad

Oración a Santa Ana de Auray

Santa Ana, te pedimos seas la guardiana de la fe en nuestros corazones, de la gracia en nuestras almas, de la solidaridad en nuestros hogares, del amor en nuestra familia, de la reconciliación en la Iglesia, de la paz en el mundo. Mantén viva en nosotros la virtud de la esperanza. Santa Ana, madre de María y abuela de Jesús, vela por nosotros. ¡Amén!

¡Gracias! 82 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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