Julio 4: Día Quinto: ¡Bendita por el fruto de tu vientre!

Oración  para todos los días

 Reina Madre del  Rosario de Chiquinquirá, bella flor de nuestra tierra, renovada en destellos de luz y de hermosura, luces radiante en tu imagen soberana los colores del  patrio   pabellón.  Eres  tú   nuestra gloria  y el orgullo de nuestra raza, madre de Dios y madre nuestra. En rústico lienzo tu  rostro se ilumina y renuevas tu  imagen en celestial  fulgor, dando a  tus hijos la graciosa prenda de la luz inmortal de tu Hijo Salvador.

 

Ciñe tus sienes la real diadema que corona tu hermosura y tu maternal bondad, símbolo fiel de nuestro entrañable afecto y de tus hijos el filial amor.  A Ti   te cantan  celestiales voces que te aclaman   por  Reina   de  la paz y el pueblo entero Jubiloso te presenta el don de su fervor   En los difíciles tiempos de dolor y angustia tú, que eres Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, extiendes tu cetro soberano y cubres gloriosa con tu egregio manto a   todos los que sufren la tribulación.

 

Hermosas flores mezcladas con tierra colombiana dieron a tu precioso lienzo celestial  color; brote la  tierra   perfumadas flores que  rindan culto a tu sagrada imagen,  madre llena  de gracia  y de virtud. Tu divina  presencia  renovada, Reina Madre, bendiga nuestra amada  tierra y renueve a tus hijos          en la  luz de la   verdad.

 

Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,   inagotable  fuente de gracia y de ternura, recibe complacida Madre y Señora, la humilde romería de nuestro inquieto corazón que llega peregrino a tu Santuario, casa del consuelo y la alegría, donde tú, Oh  Madre Clemente y Pía, escuchas nuestros clamores. Amén.

 

Día Quinto

Bendita por el fruto  de tu vientre

 

Bendito el fruto de tu  vientre. Tú eres  María,  la  Madre del Señor,  la que lleva  por  los caminos del  mundo,  irradiando  la  salvación,  a aquel  que es el Emmanuel, el Dios con nosotros, el Dios cercano que ha venido a habitar en medio de los hombres (cf. Jn 1,  14)

 

¡Dichosa  Tú, porque gracias a tu  acatamiento  de la  Palabra  de  Dios, se cumplió,  ya en la  plenitud  de los tiempos, el acontecimiento  más señalado por los profetas para la vida y para histona de la humanidad: "El pueblo que  andaba en   tinieblas, vio una  luz grande" (Is 9, 2). Tu Hijo Jesucristo,  el Hijo del  Dios vivo,  el  Redentor  del  hombre,  el  Redentor del  mundo!

 

Por eso  eres María la  "Estrella  de la evangelización"; la que,  con  su bondad maternal, acerca  a todos  -y  en especial  a los humildes- a los más sublimes misterios de nuestra religión.

 

Finaliza la consideración del día se rezan 3 Avemarías. Luego procede al rezo de los Misterios. Se concluye con la oración Final.


Oración Final


PADRE CELESTIAL,

EN TU AMOROSA SOLICITUD

HAS QUERIDO FAVORECER A NUESTRA  PATRIA DÁNDONOS EN  CHIQUINQUIRÁ

UN SIGNO  DE TU PRESENCIA;

POR LA INTERCESIÓN  MATERNAL DE NUESTRA  REINA   Y PATRONA,

CUYO  PATROCINIO   HOY CELEBRAMOS, CONCÉDENOS CRECER EN LA FE

Y LOGRAR  NUESTRO  DESARROLLO POR CAMINOS DE PAZ Y DE JUSTICIA.

POR JESUCRISTO NUESTRO   SEÑOR  AMÉN.

Oración de la comunidad

Consagración a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA ¡Oh Virgen de Chiquinquirá! con filial cariño queremos consagrarnos a ti y te pedimos que intercedas por nuestras familias. Acepta Madre nuestro esfuerzo cotidiano, y permite que nuestros pensamientos, palabras y obras sean una continua alabanza a Nuestro Señor Jesucristo. Haz de nuestro hogar un sitio donde reine la ternura, el amor, la bendición, el perdón y la paz. Virgen del Rosario de Chiquinquirá, permite que seamos una familia unida, con mucho cariño entre padres e hijos y llénanos de esperanza frente a la vida. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá

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