Bloques firmes

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      Cuando somos católicos, cuando de verdad apostamos por creer en un Dios verdadero y vivimos la auténtica vida de Fe, todos los días representa una construcción continua de nuestro ser, re-construyéndonos después de cada caída y permitiendo que Dios sane nuestra vida así eso cueste momentos de desolación o angustia. 

    La dignidad precisamente requiere de continuamente colocar bloques firmes cada día para que nuestra vida sea reflejo de Santidad, ¿es una tarea sencilla? pues no, pero vale la pena, porque cuando todos los días comienzas hacer valer tu valor como persona de forma asertiva, estableces metas y buscas el ¿para qué de tu existencia? es cuando realmente comienzas a vivir con dignidad y eso a su vez conlleva un mayor compromiso social, con ese que ves a diario en el lugar de trabajo, con ese familiar que comparte el hogar contigo, con compañeros de vida, en fin, con cada persona que te encuentres. 

   Colocar bloques para la dignidad requiere esfuerzo, apostar por cada día llevar una vida mas configurada con Cristo, requiere hacer una evaluación interna de lo que somos, hemos sido y lo que queremos llegar a ser, requiere compromiso, valentía y sobre todo acercamiento constante a la fuente de todo, en ocasiones hasta requiera replantearse muchas cosas... a Dios nuestro creador...

Hoy pregúntate ¿estoy colocando bloques firmes para la construcción de mi dignidad? ¿Me estoy acercando a Dios para esto? ¿Dónde estoy buscando esos bloques?   

Oración de la comunidad

Oración a San Juan Pablo II

¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición! Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús. Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra. Bendice las familias, ¡bendice cada familia! Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia. Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz. Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén. Cardenal Angelo Comastri Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano

¡Gracias! 7 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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El camino de la dignidad

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