por la señal de la santa cruz+ de nuestros enemigos+ líbranos señor dios nuestro+ EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO AMEN

Padre nuestro, Ave María y gloria

¡oh dulcísimo niño jesus de la salud! que por tu milagrosa imagen quieres inculcar en las almas la devoción a tu sagrada infancia, yo me postro a tus plantas, arrepentido de mis culpas, me pesa de todo corazon el haberte ofendido, y me propongo, ayudado con tu divina gracia, no volver a disgustarte mas con pecado mortal alguno AMEN.

preciosísimo niño jesus de la salud, que has venido a este mundo a buscar a tos ovejas queridas, sin importar el trabajo y fatiga para salvarlas, ni escatimar una sola gota siquiera de tu preciosísima sangre por su rescate. concédeme te lo ruego, que al contemplar tus encantos en este novenario, mi inteligencia se ilumine y mi corazon vuelva hacia el tuyo amorosísimo, que es deposito de todas las gracias, para escoger entre ellas la de( pida la gracia que desea)

oh jesus, niño preciosísimo, que naciste de tu madre inmaculada, como nace el sol de la aurora, y con inmenso amor sufriste por nuestro bien, el desabrigo del pesebre y  las inclemencias del frio, derrite el hielo de mi corazon con el fuego de tu amor amen

                                                      rezar tres padres nuestros, aves marías y glorias, en cada jaculatoria de la siguiente forma

1. jesus, niño compasivo y misericordioso, escucha mis quejas y remedia mi aflicción

2. esperanza dulcísima de los que sufren a tu corazon sagrado confió mis penas 

3. segurísimo asilo de los menesterosos, a tus divinos pies derramo las amargas lagrimas de mi corazon atribulado

4.universal consolador, que acoges con incansable misericordia a todos los pecadores que acudimos a ti óyeme con piedad

5. salud de nuestras almas, medico incomparable, no desprecies mis suplicas, y concédeme las gracias que te pido.

dignísima madre del niño jesus, dulcísima virgen María, dígnate señora y madre nuestra, presentar nuestras peticiones a tu divino hijo. no merecemos ser oídos, nuestra voz y nuestro aliento infectos por el pecado, solo merece repulsa; y madre de misericordia, que nunca has ignorado a quien implora tu maternal bendición y siempre llena de clemencia consuelas al afligido, óyenos señora tu eres medianera universal de todas las gracias, tu tienes eficaz valor ante el acatamiento divino, por que en ti nunca hubo mancha de pecado; compadécete de tus pobre hijos pecadores y, por el amor con que alimentaste a tu preciosísimo niño, consigue de su divino corazon, las gracias que necesitamos. hija madre y esposa de la trinidad beatísima, ruega por nosotros, pobres desterrados, míranos con esos tus ojos misericordiosos y acógenos en tu inmaculado corazon. amen