Día a día el ser humano atraviesa por situaciones que le son difíciles de comprender: nos preguntamos acerca de la violencia, el desempleo, la injusticia social, el hambre y un sinfín de problemáticas que nuestro mundo, por diversas circunstancias acarrea.

Pero, ¿cuántas de esas personas que sufren, depositan su confianza en Dios? 

Tal vez sean muchos o pocos que depositen su confianza en Dios, pero te invito a ti, quien lees está publicación a que nos detengamos un momento a hacer oración, por todas las necesidades del mundo, para que el Santo Espíritu de Dios, siga insuflando en los corazones de personas que hacen el bien, acciones concretas para aquellos hermanos que no tienen nada.

Que juntos podamos decir como el salmista: "Que la misericordia del Señor venga sobre nosotros, como lo esperamos de Ti".