DÍA NOVENO: El Inmaculado Corazón de María

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Aviso importante: La Novena es corta, pero contiene al final la Historia Narrada de las Apariciones para gusto del lector.




ORACIÓN PREPARATORIA

Oh Santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de Misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz. Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos a las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor. Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas. Así sea.


ORACIÓN DEL DÍA NOVENO

¡Oh Santísima Virgen María, Madre nuestra dulcísima!, que escogiste a los pastorcitos de Fátima para mostrar al mundo las ternuras de vuestro Corazón Misericordioso, y les propusiste la devoción al mismo como el medio con el cual Dios quiere dar la paz al mundo, como el camino para llevar las almas a Dios, y como una prenda suprema de salvación. Haced, ¡oh Corazón de la más tierna de las madres!, que sepamos comprender vuestro mensaje de amor y de misericordia, que lo abracemos con filial adhesión y que lo practiquemos siempre con fervor; y así sea vuestro Corazón nuestro refugio, nuestro consuelo y el camino que nos conduzca al amor y a la unión con vuestro Hijo Jesús.


(Breve pausa para meditar)


ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con Su Vida, Muerte y Resurrección, nos mereció el premio de la Salvación Eterna! Os suplicamos nos concedas que, meditando los Misterios del Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.




Historia Narrada de las Apariciones de Fátima, tomada de las «Memorias de Sor Lucía» (No es parte de la Novena):


7) Aparición de la Santísima Trinidad y de Nuestra Señora

Lugar: en la capilla, en Tui

Fecha: 13 de Junio de 1929


«La única luz era la de la lámpara. De repente, se iluminó toda la capilla con una luz sobrenatural y sobre el altar apareció una Cruz de luz que llegaba hasta el techo.

Con una luz más clara se veía, en la parte superior de la Cruz, una cara de hombre con el cuerpo hasta la cintura, sobre el pecho una paloma también de luz, y pegado a la Cruz, el cuerpo de otro hombre. Un poco más abajo de la cintura, suspendido en el aire, se veía un cáliz y una Hostia grande, sobre la cual caían algunas gotas de sangre que corrían por los rostros del Crucificado y de una herida en el pecho.

Deslizándose por la Hostia, esas gotas caían dentro del Cáliz:

Bajo el brazo derecho de la Cruz estaba Nuestra Señora («se trataba de Nuestra Señora de Fátima con su Inmaculado Corazón … en la mano izquierda, … sin espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas») con su Inmaculado Corazón en la mano...

Bajo el brazo izquierdo, unas letras grandes, como si fuesen de agua cristialina que corriesen hacia lo alto del altar, formaban estas palabras: “Gracia y Misericordia”.

Comprendí que se me estaba mostrando el misterio de la Santísima Trinidad, y recibí luces sobre este misterio que no me es permitido revelar.

Después Nuestra Señora me dijo:

– Llegó el momento en el que Dios pide al Santo Padre hacer, en unión con todos los obispos del mundo, la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio. Son tantas las almas que la Justicia de Dios condena por pecados contra Mi cometidos, que vengo a pedir reparación: sacrifícate por esta intención y ora.

Di cuenta de esto a mi confesor, que me mandó escribir lo que Nuestro Señor quería que hiciese.

Más tarde, por medio de una comunicación íntima, Nuestro Señor me dijo, quejándose:

– ¡No quisieron atender mi petición!... Como el rey de Francia, arrepentirse y hacerlo, pero será tarde. Rusia tendrá ya propagados sus errores por el Mundo, provocando guerras, persecuciones a la Iglesia: el Santo Padre tendrá mucho que sufrir.»

Oración de la comunidad

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

¡Gracias! 29 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

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