Este domingo 12 de mayo la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones y Jornada de Vocaciones Nativas. En su mensaje para este día, el papa Francisco nos recuerda que el Señor sigue llamando y nos pide que libremente tengamos la valentía de arriesgarnos con Él y por Él.

La llamada del Señor no es una intromisión de Dios en nuestra libertad; no es una “jaula” o un peso que se nos carga encima. Por el contrario, es la iniciativa amorosa con la que Dios viene a nuestro encuentro y nos invita a entrar en un gran proyecto, del que quiere que participemos, mostrándonos en el horizonte un mar más amplio y una pesca sobreabundante. Papa Francisco

La llamada cristiana la recibimos con el bautismo, se expresa también en el matrimonio y en todas las vocaciones vinculadas al mundo del trabajo y de las profesiones, a los compromisos en el campo de la caridad, a las responsabilidades sociales y políticas, etc. También la llamada a la vida consagrada o al sacerdocio ordenado… Por estas vocaciones específicas se ora de manera particular en la jornada de hoy. La Iglesia no se puede permite que falten medios para ayudar a las muchas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada que están surgiendo en países de joven evangelización, sobre todo en África, donde, por poner solo un ejemplo, existen más de 31.000 candidatos al sacerdocio en los seminarios mayores de todo el continente.

Por  intercesión de San Daniel Comboni, oramos para que los jóvenes de todo el mundo no sean sordos a la llamada del Señor, que no se dejen contagiar por el miedo que paraliza y, como María, sepan decir ‘sí’ al sueño de Dios.