DÍA PRIMERO: Penitencia y Reparación

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Aviso importante: La Novena es corta, pero contiene al final la Historia Narrada de las Apariciones para gusto del lector.


ORACIÓN PREPARATORIA

Oh Santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz. Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos a las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor. Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas. Así sea.


ORACIÓN DEL DÍA PRIMERO

¡Oh Santísima Virgen María, Madre de los pobres pecadores!, que apareciendo en Fátima, dejaste transparentar en vuestro rostro celestial una leve sombra de tristeza para indicar el dolor que os causan los pecados de los hombres y que con maternal compasión exhortaste a no afligir más a vuestro Hijo con la culpa y a reparar los pecados con la mortificación y la penitencia. Dadnos la gracia de un sincero dolor de los pecados cometidos y la resolución generosa de reparar con obras de penitencia y mortificación todas las ofensas que se infieren a vuestro Divino Hijo y a vuestro Corazón Inmaculado.


(Breve pausa para meditar)


ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con Su Vida, Muerte y Resurrección, nos mereció el premio de la Salvación Eterna! Os suplicamos nos concedas que, meditando los Misterios del Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.




Historia Narrada de las Apariciones de Fátima, tomada de las «Memorias de Sor Lucía» (No es parte de la Novena):

1) Manifestaciones de 1915

En 1915, en lo alto del Monte do Cabeço, Lucía y tres de sus compañeras – Teresa Matias, su hermana Maria Rosa y María Justino – presenciaron manifestaciones así descritas en las Memorias de la vidente:

«Habíamos empezado mal (rezando el rosario) cuando, delante de nuestros ojos, vemos, como suspendida en el aire, sobre la arboleda, una figura como si fuese una estatua de nieve que los rayos de sol convertían en algo transparente.

– ¿Qué es aquello? – Perguntaron mis compañeras, medias asustadas.

– ¡No sé!

Continuamos nuestro rezo, siempre con los ojos fijos en dicha figura que, en cuanto terminamos, desapareció.»


2) Apariciones del Ángel en 1916:

a) Primera Aparición

Lugar: Loca do Cabeço, Pregonero en los Valinhos

Fecha: Primavera de 1916

«– ¡No temáis! Soy en Ángel de la Paz. Orad conmigo.

Y arrodillándose en la tierra, dobló la frente hasta el suelo. Llevados por un movimiento sobrenatural, lo imitamos y repetimos las palabras que le oíamos pronunciar:

– Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

Después de repetir esto tres veces, se levanta y dice:

– Orad así. Los corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras súplicas»


b) Segunda Aparición

Lugar: Quintal de la casa de Lucía, al lado del Pozo do Arneiro

Fecha: Verano de 1916

«– ¿Qué hacéis? ¡Orad! ¡Orad mucho! Los corazones de Jesús y María tiene sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente al Altísimo oraciones y sacrificios.

– ¿Cómo nos tenemos que sacrificar? – pregunté.

– De todo lo que puedas, ofrece un sacrificio en acto de reparación por los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores. Atrae, así, la paz sobre tu Patria. Yo soy el Ángel de su guarda, el Ángel de Portugal. Sobre todo aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envía».


c) Tercera Aparición

Lugar: Loca do Cabeço,

Fecha: Otoño de 1916

«[...] trayendo en la mano un caliz y sobre el una Hostia, de la cual cayeron, dentro del cáliz, algunas gotas de sangre. Dejando el cáliz y la Hostia suspendidos en el aire, se postró por tierra y repitió tres veces la oración:

– Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Después, levantándose, tomó de nuevo el cáliz y la Hostia y me dio la Hostia a mi y lo que contenía el cáliz se lo dió a beber a Jacinta y a Francisco, diciendo al mismo tiempo:

– Tomad y bebed el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crimenes y consolad a vuestro Dios.

De nuevo se postró por tierra y repetió con nosotros tres veces más la misma oración:

– Santísima Trinidad... etc.»

Oración de la comunidad

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

¡Gracias! 39 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

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