Tercer día: 16 de mayo

Oración a Santa Rita por la Unión Familiar

Milagrosa alma piadosa celestial;
Tú, Santa Rita de Casia
que tristemente no gozaste de una familia unida.

Tú que luchaste incansablemente por los desafortunados,
hoy, yo ruego ante ti, que ayudes a mi familia,
para que permanezca siempre unida y
que el sentimiento de amor y caridad que propagaste en vida
sea impartido en las puertas de nuestra casa.

Aleja el mal, la envidia y las peleas,
y haz que en su seno renazca la unión,
para gozar de la dicha del Señor.
¡Amén!




Oración a Santa Rita para todos los días

Amada Santa Rita, fiel discípula de Cristo, abogada de los casos imposibles, hoy acudo a ti con todas las fuerzas de mi corazón para pedirte por tu intercesión, ¡Paz en el mundo! y reconciliación, perdón y unidad en mi hogar; te lo consagro para que sanes tantas heridas causadas por el pecado y para que, superando, con tu ayuda, las dificultades, hagas de mi familia un oasis de paz, de manera que juntos aprendamos a ser fuertes ante el dolor y obtengamos consuelo en aquellos momentos de desesperación. 

Haz que, siguiendo tu ejemplo, salgamos vencedores en las pruebas, oremos en las adversidades, dialoguemos ante los problemas y nos amemos para que el nombre de Cristo sea bendecido y alabado por los siglos de los siglos

Tócame para que me levante y vaya hacia Dios, ten misericordia de mí. Intercede ante Jesús para que nos liberes de todos los males presentes y futuros, concédeme la paz espiritual y temporal. 

Bendice al Papa, a los Obispos y a los Sacerdotes para que guíen con acierto al Pueblo de Dios, ilumina a todos los que tienen en sus manos los destinos de nuestra Patria, para que gobiernen conforme a los principios del Evangelio, ruega para que ellos no se aparten del camino de la justicia y compasión. 

Dame, Santa Rita tu gracia, para que un día pueda cantar las alabanzas de Dios en el cielo.

¡Amén!


 


Tercer Día

¡Oh insigne Santa Rita, ejemplar acabado de virtudes cristianas, que, habiéndosete arrebatado violentamente a tu marido cuando comenzabas a gustar los frutos de la conversión operada en su alma, merced a la labor constante de dieciocho años de indecibles sufrimientos, no sólo te resignaste ante tan terrible pérdida, sino que interpusiste tu valimiento en favor de los asesinos, y lo que es más, recabaste del cielo la muerte de tus hijos, temerosa de que con el tiempo vengasen la de su querido padre! Haz que con la misma generosidad perdonemos a nuestros enemigos, para que el Señor nos perdone nuestras ofensas. 

¡Amén!

 

Padre Nuestro

3 Ave Marías

Gloria




Reflexión del Tercer Día

El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. – Lucas 14, 27

 

Aunque conozco bien, ¡oh, gloriosísima protectora mía, Santa Rita! que me es necesario despreciar los insultos y burlas de los impíos, que con su astucia procuran llevarme por los caminos de la maldad, no obstante, es tan grande mi fragilidad, que al instante me asusta ese temor vano.

Ven, pues, en mi ayuda, Santa bendita, con tu protección, para que yo pueda imitarte en tu desprecio a los que se burlan de la doctrina de Jesucristo, y pueda libremente decir como San Pablo:

«Yo no me avergüenzo del Evangelio.» 

De este modo nada será capaz de separarme del servicio de Dios.



Oremos

- Para que nunca perdamos la esperanza por muchas que sean las exigencias o sufrimientos de la vida, roguemos al Señor.

- Para que al mismo tiempo que confiamos en Dios, mantengamos el esfuerzo por ser fieles constantemente a su voluntad, roguemos al Señor.

- Para que la juventud viva con esperanza y sepa orientar su vida con el mejor sentido cristiano, roguemos al Señor.

 ¡Amén!



Oración Final

Gloriosa Santa Rita, tú que de prodigiosa manera participaste de la dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, alcánzame que sufra con resignación cristiana, las penas y dificultades de vida y protégeme en todas mis necesidades. 

 ¡Amén!


 

Familia de Santa Rita

Su madre, Amata Ferri ya pasaba de los 40 años y había perdido la esperanza de tener hijos. Pero Dios le concedió el regalo de esta hija única a quien bautizaron como Margarita, del que viene su actual nombre abreviado de Rita. Sus padres, sin haber aprendido a leer o escribir, enseñaron a Santa Rita desde niña todo acerca de Jesús, la Virgen María y los Santos. Santa Rita nunca fue a la escuela a aprender a escribir o a leer; para Santa Rita su único libro era el Crucifijo.

Tod su vida ella quiso ser religiosa, pero sus padres, Antonio y Amata, avanzados ya en edad, escogieron para ella un esposo, Paolo Ferdinando, lo cual no fue una decisión muy sabia. Pero Santa Rita obedeció. Quiso Dios así darnos en ella el ejemplo de una admirable esposa, llena de virtud, aún en las circunstancias más difíciles. 

Después del matrimonio, su esposo demostró ser bebedor, mujeriego y abusador. Santa Rita le fue siempre fiel. Encontró su fortaleza en Jesucristo, en una vida de oración, sufrimiento y silencio. Tuvieron dos gemelos, los cuales sacaron el temperamento del padre. Santa Rita siempre oró por ellos.

Después de veinte años de matrimonio y oración por parte de Santa Rita, el esposo se convirtió, le pidió perdón y le prometió cambiar su forma de ser. Rita lo perdona y él deja su antigua vida de pecado y pasaba el tiempo con Santa Rita en los caminos de Dios. Esto no duró mucho, porque un día lo encontraron asesinado.

La pena de Santa Rita fue aumentada cuando sus dos hijos, que ya eran mayores, juraron vengar la muerte de su padre. Las súplicas no lograban disuadirlos. Fue entonces que Santa Rita, comprendiendo que más vale salvar el alma que vivir mucho tiempo, rogó al Señor que salvara las almas de sus dos hijos y que tomara sus vidas antes de que se perdieran para la eternidad por cometer un pecado mortal. El Señor respondió a sus oraciones. Los dos padecieron una enfermedad fatal. Durante el tiempo de enfermedad, la madre les habló dulcemente del amor y el perdón. Antes de morir lograron perdonar a los asesinos de su padre. Santa Rita estuvo convencida de que ellos estaban con su padre en el cielo.

Oración de la comunidad

Oración por la Paz del Mundo

Alma caritativa de la hueste del señor, ¡Oh, tú santa Rita de Casia! que en vida fuiste la más piadosa de las monjas y que con tu benevolencia ayudaste a que la paz floreciera en los corazones de los malvados. Hoy, ante tu túnica, ruego que permitas que la paz florezca en nuestras almas y que tu misión nos inspire para que sembremos la esperanza en todo aquél alejado de las lindes de Dios. ¡Amén!

¡Gracias! 233 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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2019 Novena a Santa Rita de Casia

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