Segundo día: 15 de mayo

Oración a Santa Rita para la sanación

El día de hoy acudo a tu presencia,
¡amada Santa Rita! para suplicar tu misericordia
ante las causas que rodean mi padecimiento.

Sufro cada día por motivo de mi enfermedad, pecados y defectos;
sé que tú te apiadarás de mi alma para ser salvada,
gracias a tu benevolente figura.

Por las atroces penas, por las amargas lágrimas que santamente derramaste,
¡ven en mi ayuda!
Habla, ruega, intercede por mí, pues yo no me atrevo a hacerlo,
al Corazón de Dios, Padre de misericordia y fuente de toda consolación.

Socórreme en estos momentos de tormento;
yo te lo sabré agradecer.
yo me valdré de este favor para mejorar mi vida y mis costumbres
para cantar en la tierra y en el cielo las misericordias divinas.
¡Amén!




Oración a Santa Rita para todos los días

Amada Santa Rita, fiel discípula de Cristo, abogada de los casos imposibles, hoy acudo a ti con todas las fuerzas de mi corazón para pedirte por tu intercesión, ¡Paz en el mundo! y reconciliación, perdón y unidad en mi hogar; te lo consagro para que sanes tantas heridas causadas por el pecado y para que, superando, con tu ayuda, las dificultades, hagas de mi familia un oasis de paz, de manera que juntos aprendamos a ser fuertes ante el dolor y obtengamos consuelo en aquellos momentos de desesperación. 

Haz que, siguiendo tu ejemplo, salgamos vencedores en las pruebas, oremos en las adversidades, dialoguemos ante los problemas y nos amemos para que el nombre de Cristo sea bendecido y alabado por los siglos de los siglos

Tócame para que me levante y vaya hacia Dios, ten misericordia de mí. Intercede ante Jesús para que nos liberes de todos los males presentes y futuros, concédeme la paz espiritual y temporal. 

Bendice al Papa, a los Obispos y a los Sacerdotes para que guíen con acierto al Pueblo de Dios, ilumina a todos los que tienen en sus manos los destinos de nuestra Patria, para que gobiernen conforme a los principios del Evangelio, ruega para que ellos no se aparten del camino de la justicia y compasión. 

Dame, Santa Rita tu gracia, para que un día pueda cantar las alabanzas de Dios en el cielo.

¡Amén!


 


Segundo Día

Salve, modelo de perfecta obediencia, heroína de abnegación y sufrimiento; salve, espejo de jóvenes pudorosas, de esposas atribuladas y de madres que saben amar a los hijos de sus entrañas; salve, mujer fuerte, que, comprendiendo ser mejor la obediencia que el sacrificio, renunciaste al voto de virginidad, que tanto te halagaba, para aceptar la Cruz pesadísima del matrimonio, con todas las consecuencias de un esposo cruel, iracundo y dominado por los vicios, a quien, como Santa Mónica, lograste amansar y convertir con la elocuencia de tus lágrimas y la eficacia de tu silencio. Apiádate, ¡oh incomparable Santa Rita!, de nuestra loca y desatendida juventud; alivia el peso abrumador de tanta tribulación, de tanta hiel y de tanta amargura como gravita sobre el corazón de las inocentes esposas que, como tú, no tienen otro consuelo que sus lágrimas y su silencio, y ayúdanos a todos a aceptar con resignación los trabajos y danos fortaleza en la adversidad para luchar valerosamente hasta alcanzar la eterna bienaventuranza.

¡Amén!

 

Padre Nuestro

3 Ave Marías

Gloria




Reflexión del Segundo Día

No basta, gloriosísima Santa Rita, protectora mía, que yo camine por la senda del bien si no soy perseverante.

Tú, pues, que fuisteis modelo de cristiana constancia en practicar la virtud, alcánzame la  fuerza para que crezca más y más en la senda de las santas costumbres en que, con la gracia de Dios, intento ocuparme, procurando copiar en mi vida la del justo, que semejante a la aurora crece hasta el perfecto día a fin de que quede bien impresa en mi alma la sentencia del Divino Maestro, que dice: «El que perseverare hasta el fin, será salvo.»


El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré  a él. – Juan 14, 21


En el camino de la salvación todos debemos avanzar, sin retroceder, hasta que lleguemos al final de nuestro camino; debemos mantener siempre vivo el deseo de trascender haciendo así que nuestra misión en esta vida, realmente se proyecte y perdure en los demás.



Oremos

- Para que nuestra fe nos impulse a conocer y practicar mejor todo el contenido del Evangelio, roguemos al Señor.

- Para que en todas las circunstancias, incluso las más adversas, mantengamos la fidelidad y el testimonio de la fe cristiana, roguemos al Señor.

- Para que sepamos ser apóstoles de Cristo con nuestro comportamiento cristiano, roguemos al Señor.

 ¡Amén!



Oración Final

Gloriosa Santa Rita, tú que de prodigiosa manera participaste de la dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, alcánzame que sufra con resignación cristiana, las penas y dificultades de vida y protégeme en todas mis necesidades. 

 ¡Amén!


 

Las abejas blancas

Parecía que desde el primer momento de su nacimiento Dios tenía designios especiales para Rita. Cuando era bebé, ocurrió un hecho prodigioso, sus padres la llevaban con ellos al trabajo en los campos, poniéndola en una cesta de mimbre. Un día mientras la bebé dormía en la cesta bajo la sombra de un árbol, mientras sus padres estaban trabajando un poco lejos, un enjambre de abejas blancas se agrupaban sobre su boca, depositando en ella la dulce miel sin hacerle daño y sin que la niña llorara para alertar a sus padres. Uno de los campesinos que pasaba por allí, viendo lo que ocurría trató de dispersar las abejas con su brazo herido, pero contrariamente a su intención las abejas le picaron. Sin embargo, pocos segundos después  ¡su brazo se sano inmediatamente! El campesino gritaba ¡Milagro¡, ¡Milagro¡ y la historia se difundió por toda la región.

Se cuenta que en el día de los funerales de Santa Rita, cuando ya se sabía de los milagros alrededor de su cuerpo, aparecieron unas extrañas abejas negras que se juntaron en las paredes del convento y permanecieron allí por muchos años.

Incluso, después de más de 200 años de la muerte de Santa Rita, hechos extraños ocurren en el monasterio de Cascia. Durante un tiempo, las abejas blancas surgían de las paredes del monasterio durante Semana Santa de cada año y permanecían hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de Mayo, cuando retornaban a la inactividad hasta la Semana Santa del próximo año.

El Papa Urbano VIII, sabiendo lo de las misteriosas abejas pidió que una de ellas le fuera llevada a Roma. Después de un cuidadoso examen, le ató un hilo de seda y la dejó libre. Esta se descubrió más tarde en su nido en el monasterio de Cascia, a 138 kilómetros de distancia. 

Se dice que son abejas que no tienen una colmena, no hacen miel y desde hace cinco siglos se reproducen entre aquellas paredes. Los huecos en la pared, donde las abejas tradicionalmente permanecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos claramente por los peregrinos que llegan hoy al Monasterio.


¿Qué tendrán que ver las abejas con la vida de Rita? ¿Quiere Dios decirnos algo a través de ellas? Quizás quiere decirnos que ella fue una abejita del Señor, una obrerita silenciosa que trabajó con entusiasmo por dar a todos la dulzura y alegría de su miel espiritual, pero que se guardó para ella el aguijón y los sufrimientos, que ofrecía por la salvación de los demás. – P. Ángel Peña O.A.R.



Oración de la comunidad

Oración por la Paz del Mundo

Alma caritativa de la hueste del señor, ¡Oh, tú santa Rita de Casia! que en vida fuiste la más piadosa de las monjas y que con tu benevolencia ayudaste a que la paz floreciera en los corazones de los malvados. Hoy, ante tu túnica, ruego que permitas que la paz florezca en nuestras almas y que tu misión nos inspire para que sembremos la esperanza en todo aquél alejado de las lindes de Dios. ¡Amén!

¡Gracias! 230 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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