Ofrezco las Obras por las vocaciones
Oh Jesús, Salvador mío, Tú que confiaste a los sacerdotes, -y solamente a ellos-, el poder de celebrar la Eucaristía, fin principal de su ordenación sacerdotal, perdonar los pecados, administrar los sacramentos, predicar con autoridad la Palabra de Dios y Dirigir a los demás fieles a mirar y a subir hacia Ti, por mediación de tu Santísima Madre, te ofrezco para la santificación de los sacerdotes y seminaristas, durante este día, todas las oraciones, trabajos y alegrías, sacrificios y sufrimientos. Amén.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6