¿Existe el infierno?

El infierno es un tema muy importante. Y nuestro Señor habla constantemente para que, estemos alerta y tomemos seriamentesta vida que no es la verdadera vida, sino que debe preparar la vida eterna. Pero no se trata de morir para entrar en un solo instante en la vida eterna, es necesario morir amando a Dios. Conociéndolo y amándolo, estando unidos a Él, estando en su intimidad.

Nuestro Señor habla unas sesenta veces en el Evangelio, sea directa o indirectamente del infierno.  Y el catequismo de la Iglesia católica, también habla de ello. He aquí lo que dice:

“morir en pecado mortal sin haberse arrepentido y sin haber acogido el amor Misericordioso de Dios, significa quedar separados de Él por siempre por nuestra elección libre. Y es este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y los bienaventurados, que es designado con la palabra infierno”

Las expresiones de nuestro Señor son, por ejemplo, “el fuego del infierno”, el fuego que no se apaga. Nuestro Señor habla de este fuego que es reservado a aquellos que, rechazan hasta los últimos días de sus vidas creer y convertirse. O que pueden perder, a la vez, el alma y el cuerpo.

Jesús habla sobre esto de una manera muy firme, diciendo que Él enviará sus ángeles que recogerán todos los que cometieron inequidades y los arrojarán en el fuego ardiente. Él dirá incluso que “aléjense de mí, malditos en el fuego eterno”. Era una verdad ya conocida, en el Antiguo Testamento, en Hebreos. Además, es una verdad que siempre ha sido enseñada, nuestro Señor nos recordó de qué se trata; los apóstoles, por su parte, transmitieron esta enseñanza, que ha sido siempre la misma.

La Iglesia, en sus enseñanzas, afirma la existencia del infierno y su eternidad.

Las almas de aquellos que mueren en pecado mortal descienden inmediatamente, nos dice el catequismo, descienden inmediatamente después de la muerte al infierno; donde sufren las penas del infierno. El fuego eterno.

La pena principal del infierno es estar privados de la visión de Dios, de no estar en la intimidad de Dios, de estar privado de esto por la eternidad, de estar separados de los elegidos que gozan de las bienaventuranzas eternas y además, la realidad del fuego del infierno.

En la eucaristía, cuando se dice la primera oración eucarística, esta aquella oración que siempre escuchamos: “acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos”

Por el Padre Christophe Beaublat!

Hoy, oremos por la conversión de todos los pecadores.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno. Conduce al cielo a todas las almas, especialmente a las  más necesitadas de Tu Infinita Misericordia.

Oremos

Oremos por los fieles dufuntos con la oración de la comunidad en el botón "Oro"

Oración de la comunidad

Oración por los difuntos

Dios de los espíritus y de toda carne, que sepultaste la muerte, redujiste a nada al diablo y diste tu vida al mundo. Concede tú mismo, Señor, al alma de tu difunto siervo (NOMBRE) el descanso en un lugar luminoso, verde y fresco, lejos de todo sufrimiento, dolor o lamento. Dios Bueno y Misericordioso perdona las culpas por él cometidas de palabra, obra y pensamiento. Puesto que no hay hombre que viva y no peque, ya que Tú sólo eres Perfecto sólo tú estás sin pecado y tu Justicia es Justicia eterna y tu Palabra es Verdad. ¡Oh Cristo nuestro Dios! Tú que eres la Resurrección, la Vida y el descanso de tu difunto siervo (NOMBRE), te damos gracias con tu Padre no engendrado y con tu santísimo, bueno y vivificante Espíritu. Que descansen en paz. Amén

¡Gracias! 137 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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