Los Misterios Dolorosos: la Flagelación de Jesús

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Continuamos con la meditación de los misterios dolorosos.

Este misterio doloroso de la flagelación de Cristo nos invita a vivir su fruto: la penitencia y arrepentimiento de nuestros pecados.

Hoy, oremos por todas las veces en que nosotros - nosotros también- hicimos sufrir a otros y a Cristo por nuestra cobardía, nuestro desprecio, nuestra indiferencia, nuestro miedo, por juzgar ...

 Dios mío, lo siento por ... Perdóname.

En tus angustias y tu sudor de sangre, yo estuve allí ... En tu arresto tan violento, en los golpes, cuando te escupieron, te insultaron, yo estuve allí ... En las falsas acusaciones, en los juicios falsos, en cada uno de los azotes de la horrible flagelación, yo estuve allí ... En la madera de la Cruz tan pesada de cargar, en las caídas, los insultos de la multitud, yo estuve allí ... En tu crucifixión, en la caída de la cruz, en el vinagre, en las objeciones innobles, en el sufrimiento de tu Santísima Madre y en tu último espiro, ¡yo estuve allí! ¡Yo estaba allí!
Sí, estuve allí, con todos mis pecados, mis debilidades, mis dudas, mis caídas y mis traiciones ... ¡Oh, mi querido Dios, lo siento, ¡lo siento! ... y todos los días de mi vida te digo: ¡gracias!

Beata Anna Katharina Emmerick

Intención: orar por las víctimas del abuso

Señor, te confió todas las personas que han sido víctimas de abuso sexual,

de abuso de conciencia y de poder por parte de personas de la Iglesia y de otras instituciones.

También te confió su sufrimiento al haber visto estos abusos sin ser atendido o

bien manejados por las personas a cargo, dejando que esas acciones continuaran sobre ellos y sobre otros.  

Ven, posa tu mano sobre ellos, alivia su inmenso dolor y cura sus heridas.

Permite a estas personas reconstruirse y realizarse completamente.

Intercede para que este contacto traumático con la Iglesia

no sea un freno para conocer tu Amor inagotable por cada uno de ellos.  

Pon en sus caminos, te lo ruego, a las personas que los acompañarán y

darán testimonio de la verdadera cara de su Hijo en la Iglesia.

Finalmente, permíteles que un día encuentren fortaleza y la gracia,

para perdonar a aquellos que les causaron mal.  

Con María y con San Miguel te lo pedimos en el nombre de Jesús.

¡Amén!

Oremos

Un Padre Nuestro, 10 Ave María, y las oraciones a María y San Miguel haciendo clic en "Oro" a continuación. Todos los días, una decena. Al final, habremos orado un Rosario completo al final: ¡mantenfamos firmes hasta el final! 

Finalmente, comparte esta publicación en las redes sociales: ¡aquellos que no participan en la oración durante todo el mes pueden al menos orar con este texto!

Oración de la comunidad

“Sub Tuum Praesidium" (Bajo tu amparo) y oración a San Miguel Arcángel

“Sub Tuum Praesidium" Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita! Oración a San Miguel Arcángel “San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.

¡Gracias! 350 personas oraron

8 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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