El consentimiento de María:

Esta seguridad, esta confianza de que hay otro mundo, es linda, pero puede convertirse en algo vacío y sin efecto. Tenemos que comprometernos para que las cosas avancen… 

Porque la Anunciación no puedealcanzarnos, hacerse realidad sin un "sí" humano.

Que el cielo exista, no es suficiente en sí mismo; que Dios sea bueno y todopoderoso tampoco ... Lo que cuenta es que se une a la humanidad en su carne. Ya no es una fe intelectual lo que se requiere, sino un compromiso de toda Su persona: Dios necesita que Ella venga a nosotros. Se está preparando otro mundo, el del reino, y depende solo de que suceda.

También es lo mismo para nosotros. Este reino de Dios está preparado de antemano sin nuestra acción, pero depende de nosotros que esté más presente en la tierra de lo que se cree. Nos quedamos fácilmente en una fe intelectual que es bastante interesante: ofrece una visión incomparable del mundo. Pero, también sucede que la fe nos trastorna y derroqua toda nuestra vida, como en el llamado al sacerdocio, sino también nos proporciona un cambio radical de vida ...

Marie cree. Ella acepta que el "evento" que la visita en su vida personal tiene una conexión con la Tradición, con el plan de Dios. Ella acepta que Dios se le una tal cual. Ella no le elude. Es cierto que todo esto debe haber sido bastante impresionante. No pensemos que creer fue simple para ella. Maria, una joven de entre 15 y 16 años, sorprendida en casa por un evento extraordinario: la aparición de Gabriel. Qué revuelo en la vida de la joven Maria (Miriam): "Ella se turbó mucho."

Ella reside en todas las profecías de la Escritura, que son sin duda verdades teóricas, pero de repente estas verdades se convierten en concreto. ¡Tan concretas que la impliquen en primer plano! Esa garantía de que el Reino está aquí lo confirma en su impulso: FIAT.

Para leer los signos, también nosotros estamos invitados a sumergirnos en la Escritura, en una vida interior. Sólo una vida interior profunda nos puede permitir detectar las signos, y no dejarnos afectar por las contradicciones: pues la fe de María se vive perpetuamente en contradicción. Contradicción entre la Anunciación y la virginidad de María, la del Mesías Salvador sacrificado en la Cruz ...

¿Y nosotros ? Aceptamos la fe cuando hace parte de nuestro paisaje, pero si ella viene a buscarnos un poco más allá ... No nos quedemos en un nivel intelectual de la fe, incluso si nos proporciona una gran serenidad. Pasemos más bien a la fe existencial: la propuesta de Dios. Porque, si llegamos a ser un misterio incluso para nosotros mismos, vamos a estar seguros de que estamos personalmente personalmente al plan misterioso de Dios, ¡cada uno tiene su lugar!

Oremos:

Oración de Consagración a la Virgen María

San Luis María Grignion de Montfort

Te elegimos hoy, ¡oh, María!

en presencia de toda la corte celestial 

como nuestra Madre y nuestra Reina.

Te entregamos y consagramos,

con toda sumisión y amor, 

nuestro cuerpo y nuestra alma, 

nuestros bienes interiores y exteriores,

y hasta el valor de nuestras buenas acciones,

pasadas, presentes y futuras,

dejándote completo y pleno derecho 

para disponer de nosotros y

de todo cuanto nos pertenece,

sin excepción, según tu beneplácito,

para la mayor gloria de Dios,

ahora y por la eternidad.

¡Amén!

Unidos en oración con el Papa Francisco

Recemos una decena del Rosario por las intenciones del Santo Padre.