Quinta día: La búsqueda
En búsqueda de un « ocio sano »
Del monasterio al compromiso en la Iglesia.
Durante el otoño de 387, Agustín y sus amigos vuelven a Àfrica.
Al embarcar en el puerto de Ostia, su madre y él viven un momento extraordinario de comunión mística con Dios.
« Y mientras estamos hablando y suspirando por ella (la Sabiduría), llegamos a tocarla un poco con todo el ímpetu de nuestro corazón» (Confesiones IX, 10).
Desgraciadamente, poco después de esa éxtasis compartida, Mónica cae enferma y muere.
En Tagaste, Agustín y sus amigos viven en la casa de familia una vida de « servidores de Dios ».
Lo comparten todo. Ayunas, oraciones y obras de caridad ayudan a fortalecer la comunidad. Agustín demustra ser el organizador de esa.
Con la palabra y con notas escritas, anima a sus compañeros en la búsqueta común de Dios.
Nuevos compañeros se juntan con ellos. En enero de 391, Agustín viaja a Hipona ubicado a tres días de caminata desde Tagaste.
Quiere encontrarse con un amigo e invitarle a compartir su vida. Hipona es, en aquel entonces, la segunda ciudad más grande de Àfrica, un puerto importante. El obispo, Valero, se está haciendo viejo.
Sus feligreses, reconociendo a Agustín durante una celebración, piden a que sea ordenado sacerdote en seguida.
« Me agarraron, me hicieron sacerdote y al final terminé por ser obispo ».
Agustín se quedará 35 años en Hipona.
Agustín obtuvo un tiempo de probación para prepararse a su nuevo cargo.
Valero le da permiso a él y a sus amigos ocupar una casa al fondo del jardín cerca de la iglesia.
Así no renuncian por completo a una vida de pobreza compartiéndolo todo.
Pero a ese santo ocio- el otium- habrá que agregar ahora el negocium.
Así es como se inicia un periodo de intensa actividad pastoral: predicación, catequesis, visitas, correspondencias….
Agustín ya no se detendrá.
Continuará…
Oración para tomarse un tiempo para discernir :
« Agustín tuvo la suerte de poder tomarse un tiempo para meditar sobre su conversión y profundizar Las Escrituras.
Señor nuestro Dios, nuestras vidas son a veces tan ocupadas que no encontramos tiempo para pensar en Ti o a veces tan vacías que ya no nos damos la pena escucharTe.
Danos de saber tomarnos tiempo y danos el gusto de leer y meditar Tu Palabra para que ilumine y guie nuestra vida.
Por Jesús, el Cristo, nuestro Señor. »
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6