I. En la Biblia

Yavé Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?". Este contestó: "He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí".

Yavé Dios replicó: "¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí?" (...) Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. (...) Haré que haya una enemistad entre tí y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón." - Génesis 3, 9-15.

Pero, cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, que nació de mujer y fue sometido a la Ley, con el fin de rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que así recibiéramos nuestros derechos como hijos. - Gálatas 4, 4-5

II. María, mediadora en Cristo

Maria recibió las llaves de dos tesoros, perdidos desde hace mucho tiempo… Ella es la llave de la misericordia para los penitentes, y la llave de la gracia para los que desean avanzar en la virtud… nadie la iguala en este rol de mediadora…. Si quieres ofrecer algo a Dios, no tardes en confiárselo; ella se encargará con diligencia de los asuntos de su querido hermano…. ¡Cada día, tú serás cada vez mejor, porque ella enseña los caminos de Dios!

Jean Bostius, carmelita flamenco del siglo XV, Espejo histórico de la orden carmelita

III. En la escuela de María

La mediación de María está estrechamente unida a la mediación de Cristo. Ella le está subordinada porque Cristo es “único mediador entre Dios y los hombres “. (1 Timoteo 2, 5).

Sin embargo,en los pasos de una gran tradición cristiana, amamos creer que Cristo ha escogido transmitir sus dones a través de María: ella es la Nueva Eva. Podemos grabar en nuestro corazón: “A Jesús por Maria “, con una confianza filial y una devoción sincera.

Hoy, Maria la mediadora presentará nuestra oración a Jesús. De otra manera, ella puede ayudarnos a reconocer en nuestras vidas los dones que nos ha concedido el Dios Trinitario.

¿Cuales son los don(es) de Dios que descubro en mi vida? ¿Puedo dar gracias por ello?

IV. Oración de la novena

Oh María, flor del Carmelo,

Viña florida, esplendor del Cielo,

Virgen y Madre del Hijo de Dios,

Virgen sin mancilla,

singular Madre cariñosa,

intacta de hombre,

¡Asístenos en nuestras necesidades!

(formule su demanda)

Oh Estrella del Mar,

¡Ven a nuestro auxilio y muéstrate Madre nuestra!

Santa María, Madre de Dios,

te imploramos humildemente desde el fondo de nuestro corazón:

Que nada resista a tu intercesión todopoderosa.

Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.

Amén.