Día 5: N. Sra. del Perpetuo Socorro defiende a sus devotos en las tentaciones

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ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Virgen Santísima, Socorro Perpetuo! de las almas que se acogen a tu amor maternal: dignate pedir por mí a Tu Santísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para que le sean agradables todos mis pensamientos, palabras y acciones de toda mi vida.

Acepta, ¡Oh tierna madre mía! este pequeño obsequio que te ofrezco en esta Novena, y concedeme las gracias que en ella te pido, si conviene para gloria de Tu Hijo, honra tuya y bien de mi alma. ¡Amén!

DÍA QUINTO - 23 de junio

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro defiende a sus devotos en las tentaciones

La vida del cristiano sobre la tierra es una lucha constante. Estamos rodeados de enemigos a doquier; de enemigos de todas clases que se conjuran en nuestra contra, maquinando nuestra perdición y ruina; ¿quien nos defenderá en medio de tantos peligros? La que continuamente vela por sus hijos: Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que por sí sola es más terrible que un ejército puesto en orden de batalla; la que es torre de David, fortaleza inexpugnable, armadura de los fuertes de la cual penden mil escudos, y al mismo tiempo Madre Nuestra; Madre tan tierna y amorosa que desea concedernos su socorro mas que lo que nosotros deseamos alcanzarlo.

¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro! Si he tenido la desgracia de pecar, yo mismo he sido el autor de esta desgracia. ¡Ah, si yo te hubiera invocado, Tú hubieras acudido en mi socorro y yo no hubiera caído. Haz, Madre mía, que en la hora del peligro me acuerde de Ti y te invoque diciendo: ¡Madre mía, socórreme! Así saldré victorioso(a).

Con tu mano izquierda sostienes al Niño Jesús. Con tu mano derecha agarras sus manos y con tus dedos largos y delgados nos muestras su cara. Un día en Caná, dijiste: «Hagan lo que Él les diga.»  Tu nos muestras a Jesús que por excelencia es bueno y poderoso. Por eso tu imagen me recuerda que Tú nos muestras el camino, Tú nos guías: por eso te designamos cómo 'Odigitria' [Palabra de origen griego ( οδηγεώ  ODIGEO: conduzco, me guía).] Odigitria designa un tipo de icono de la Virgen María, Madre de Dios y su hijo Jesús, el Niño.

Tú eres su madre, la señal que nos permite reconocer la presencia reconfortante de Jesucristo. Donde quiera que Él este, Tú estás allí, inseparablemente unida a Él. Tú fuiste su madre y su primer discípulo, tú nos dices y repites que el ser cristiano es seguir a Tu hijo y que tú quieres llevarnos de la mano a Él.

Gracias María, porque iluminas mi camino a la casa del Padre. Reaviva mi fe y sostén mi esperanza cuando la fatiga me agobie durante el viaje de la vida.

Meditemos recitando:

- tres (3) « Avemarías » en honor de la Virgen

- dos (2) « Glorias » en honor de San Alfonso Maria de Ligorio

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ¡ruega por mí!

Adorado San Alfonso, inspírame el recurrir a Maria ¡en todas mis necesidades!

Oración Final

¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro! bendigo y agradezco a mi Dios por inspirarme tanta confianza en ti, porque sé que confiar en ti es clave en mi salvación.

Madre de bondad ilumíname para que en la fatiga de los días reconozca la presencia del Padre celestial, que nunca me abandona, incluso cuando mi fe palidece y las dificultades me aplastan. Dame fuerza para que en total confianza en la enseñanza de Jesús, pueda pedir el pan de cada día, y no permitas que yo caiga en tentación y desesperación.

Si en el pasado caí en el pecado es porque no recurrí a ti. Espero que ya haya sido perdonado(a) por los méritos de Jesús y tu poderosa intercesión. Tristemente puedo perder de nuevo la gracia de Dios; el peligro no ha pasado, y el enemigo no duerme. ¡Ayayay! Existen tantas tentaciones que aún no logro vencer.

¡Oh, Reina gentil! protégeme, acógeme bajo tu abrigo, no me dejes caer. Préstame tu ayuda perpetua; en los ataques del infierno, ilumíname para que jamás me olvide de invocarte, y repetir constantemente: ¡Madre del Perpetuo Socorro, no permitas que me extravíe de Dios!

¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro! tu mirada maternal consuela mi corazón ansioso y herido. Tú eres el Tallo Sagrado de donde brota la Flor de toda pureza y de toda virtud: Jesús nuestro Dios. En tus manos tiernas mi corazón se abre inmensamente para acoger tus designios.

Transmíteme ¡oh, Madre del Perpetuo Socorro! confianza ilimitada en tu infinita y poderosa bondad. ¡Amén!

Acción concreta: Oremos para que los líderes mundiales no sucumban a la tentación de ignorar las necesidades actuales de sus comunidades y no se enfoquen solo en bsucar su propio beneficio.

Prière de la communauté

Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Madre del Perpetuo Socorro, Icono de Amor, que tu mirada compasiva, atenta a los sufrimientos de Jesús y de la humanidad, nos mueva a confiar en el amor del Padre. Enséñanos a conservar la Palabra, como tú, en nuestro corazón y a hacer lo que nos pide Tu Hijo, nuestro Redentor. Enséñanos a vivir guiados por la luz de la fe, que ilumina nuestro caminar. Ayúdanos a darte a conocer aún más, a ser misioneros de la bondad y la alegría que brota del Evangelio. Abre nuestros corazones al clamor de los que no tienen esperanza. ¡Amén! Misioneros Redentoristas

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Que vos paroles soient toujours bienveillantes, qu’elles ne manquent pas de sel, vous saurez ainsi répondre à chacun comme il faut. Col 4 : 6

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Novena a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

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