Día 6: Obra de Misericordia corporal: visitar a los prisioneros

Obra de Misericordia corporal: visitar a los prisioneros.

CON EL ANTIGUO TESTAMENTO


(...) porque llegarán los días –oráculo del Señor– en que cambiaré la suerte de mi pueblo Israel y Judá –dice el Señor– y los haré volver al país que he dado a sus padres, y ellos lo poseerán.  (...) 

¡Y tú no temas, servidor mío Jacob, –oráculo del Señor– no te espantes, Israel! Porque yo te salvaré de un país lejano, y a tu descendencia, del país de su cautiverio. Jacob volverá y vivirá en calma, tranquilo y sin que nadie lo perturbe. Porque yo estoy contigo –oráculo del Señor– para salvarte. Sí, yo aniquilaré a todas las naciones entre las cuales te había dispersado, pero a ti no te aniquilaré: te corregiré con equidad, pero no te dejaré impune.–Jeremías 30:3–10-11


CON EL NUEVO TESTAMENTO

Manda a buscar a Simón, llamado Pedro, que está en Jope, a la orilla del mar, en la casa de Simón el curtidor». En seguida te mandé a buscar y has hecho bien en venir. Ahora estamos reunidos delante de Dios, para escuchar lo que el Señor te ha mandado decirnos». Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo: «Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas. (...)  Ellos, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. –Hechos de los Apóstoles 10:32-34 | 13:3 

CON LOS SANTOS

Juan Pablo II

El 13 de mayo de 1981, estando Su Santidad Juan Pablo II en medio de la audiencia general de los miércoles la Plaza de San Pedro en Roma, un extraño disparó cuatro tiros, de los cuales dos alcanzaron al Sumpo Pontífice; uno le rozó el codo e hirió a dos mujres del público. El otro hirió a Juan Pablo II en la mano izquierda, le perforó el bajo vientre, atravesó el hueso sacro y se incrustó en el piso del "papamóvil". El proyectil pasó a pocos milímetros de la arteria aorta y rozó la espina dorsal del Papa. Él diría más tarde: "Una mano disparó, otra guió la bala...”. Si no hubiera sido así, Juan Pablo II hubiera muerto incluso antes de ser trasladado al hospital. Él atribuye este milagro a Nuestra Señora de Fátima, cuya primera aparición tuvo lugar un 13 de mayo. Cuando en 1983, Juan Pablo II visitó al gatillero de nombre Agca en la cárcel, éste le preguntó por qué no había muerto si él era un buen tirador y había apuntado al pecho. «Porque usted no tuvo en cuenta a la Virgen de Fátima » le respondió Su Santidad.

Wenceslao I 

Wenceslao, duque de Bohemia, gobernó su reino más por su bondad que por el ejercicio de su autoridad. Rescató a los huérfanos, a las viudas y a los pobres con tal caridad que a veces lo veían durante la noche cargando leña y socorriendo a los necesitados, atendiendo sus entierros, entregando los cautivos, visitando a los prisioneros en las noches más espantosas, y con frecuencia los socorría con limosnas y consejos. Este gran santo, llamado el "eterno" Príncipe de los Checos, tuvo el valor de preferir el Reino de los Cielos a la fascinación de la tierra. Su mirada nunca se apartó de Jesucristo, quien sufrió por nosotros.

Juan XXIII

Angelo Giuseppe Roncalli fue sorprendido regularmente cuando sale del Vaticano para visitar a niños y prisioneros enfermos. "Puse mi corazón cerca del tuyo". Estas hermosas palabras del Papa Juan XXIII están dirigidas a los prisioneros de la prisión romana Regina Caeli, durante una visita el día de San Esteban en 1958. Después de haber impartido la bendición, Juan XXIII pidió poder visitar las secciones de la cárcel. No estaba previsto. Particularmente conmovedor fue el encuentro con un homicida que lo estaba esperando arrodillado, con los ojos llenos de lágrimas y que no osaba levantar la mirada. El joven detenido no lograba hablar, solo sollozaba. Roncalli se le acercó y le dio a entender que no comprendía. El detenido le preguntó: "¿Eso que dijo también vale para mí, que he pecado tanto? ¿Puede haber perdón incluso para mí?". Juan XXIII, conmovido, no dijo nada y lo abrazó.


Prière de la communauté

Oración a la Misericordia Divina, de San Juan-Pablo II

Dios, Padre Misericordioso, que has revelado Tu Amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo: Te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre. Inclínate hacia nosotros, pecadores; sana nuestra debilidad; derrota todo mal; haz que todos los habitantes de la tierra experimenten Tu Misericordia, para que, en Ti, Dios Uno y Trino, encuentren siempre la fuente de la esperanza. Padre Eterno, por la Dolorosa Pasión y Resurrección de Tu Hijo, Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén.

Merci ! 44 personnes ont prié

Que vos paroles soient toujours bienveillantes, qu’elles ne manquent pas de sel, vous saurez ainsi répondre à chacun comme il faut. Col 4 : 6

loader

14 Obras de Misericordia, espirituales y corporales

Je m'inscris