El significado del icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

 

La Virgen de la Pasión

El ícono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es parte de la familia de íconos llamados "conductores", debido a la mano alargada de María señalando el rostro de Jesús.

El icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro representa el misterio de la Redención y la intercesión de María.

Los ángeles llevan los instrumentos de la Pasión. En esta revelación, María ve el cumplimiento de la profecía de que un día una espada de dolor atravesará su corazón. Este pensamiento explica ese dejo de tristeza en sus ojos. Ella es la Virgen de la Pasión que conoce el sufrimiento y puede simpatizar con el nuestro.

La visión de Jesús

El icono es la imagen de Cristo Redentor en los brazos de su Madre.

Los ojos de Jesús miran hacia otro lado como si contemplaran algo que no aparece en el icono, la visión de su pasión. Esta visión sobresalta a Jesús, que hace que su sandalia se le suelte.

Los instrumentos de la Pasión son tenidos precisamente por los ángeles como trofeos, pues son los instrumentos de victoria por los cuales se ha obtenido la salvación de la humanidad.

Los colores

El fondo de oro, común en el arte bizantino, indica la gloria y el cielo.

Las líneas doradas en la ropa están destinadas a acentuar los contornos y pliegues, característica propia del arte bizantino.

La túnica de Cristo es verde, el cinturón carmesí y su manto es de un color café intenso. El color café es el color que usaban los judíos en el momento del sacrificio, de la « ofrenda por el pecado ».

La Virgen viste una túnica roja, un velo "escondido" de un tono verde, una capa de color azul intenso doblada con una tela verde.

Los ángeles están vestidos de verde y morado.

Las inscripciones en griego

En la parte superior, a cada lado de la auréola que rodea la cara de María, hay letras, tipo abreviaturas en griego:

• La inscripción de la esquina izquierda son una "M" y una "R" en el alfabeto griego. Estas son las primeras y últimas letras de la palabra "Mater", que significa Madre. María se presenta entonces como Madre de Dios.
• La segunda inscripción, en la esquina superior derecha incluye dos letras, una "T" y una "U" del alfabeto griego, primera y última letra de la palabra "Theou", que en griego significa Dios.
• A la derecha de la cabeza de Jesús vemos las letras griegas "JC XC" que significan su nombre Jesucristo

¡Tú eres la madre de Dios! Ese es tu título principal, exclusivo y único.

Los Ángeles

Dos ángeles son visibles en una visión que revela la pasión que Jesús tendrá que experimentar.

A la izquierda bajo la inscripción "M R" se inclina el Arcángel San Miguel, jefe de la Milicia Celestial, ardiente defensor de la Gloria del Señor. Su presencia en el ícono nos recuerda que sólo Dios es el Señor del universo y que su reino es un reino de justicia, amor y paz. San Miguel sostiene un bastón rematado con una esponja y una lanza cuya base está envuelta en los pliegues de su capa verde. Esa esponja es la que humedeció los labios de Jesús agonizante cuando la sed le quemaba la garganta y sus entrañas. Con esa lanza fue que le traspasaron el costado del cual brotaron sangre y agua. 

El ángel de la derecha bajo la inscripción "T U" es el Arcángel San Gabriel, embajador de Dios que te saluda de manera absolutamente única «llena de gracia». San Gabriel porta la cruz y los clavos, instrumentos de la Pasión.

Sin embargo, tu hijo Jesús no fue derrotado por la muerte: al tercer día el Padre lo resucitó y desde entonces la lanza, la esponja y la cruz se convirtieron en los símbolos de la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Es por esto que los ángeles los llevan, no como una amenaza sino como un TROFEO.

En las manos de los ángeles están los instrumentos de la pasión; en la mano izquierda de María se sostiene el niño Jesús. De este modo, el icono reúne la sencillez de Nazaret, la tristeza del calvario, la infancia de Nuestro Señor Jesús y su muerte redentora.

Sobre la frente de María hay una estrella que nos recuerda  la estrella que guió a los Magos de Oriente a Belén para adorar al niño Jesús. Así es que este ícono nos muestra que la bondad de María nos conduce a Jesús y nos muestra en donde lo podemos encontrar. Recordemos que por eso es "conductor", ¡Maria nos señala con su mano el rostro de Jesús!