¡Oremos para que nuestros padres sean obedientes!

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La fe y la obediencia son virtudes que brillan en el alma de San José, como en la de María, con un brillo muy intenso. La obediencia de San José, hombre de la Voluntad de Dios, se manifestó tres veces: primero, cuando el ángel le dijo que no temiera llevarse a María, su esposa, a su casa (ver Mateo 1:20-24). Después cuando el ángel lo despertó en plena noche, y le ordenó huir sin tardar a Egipto (ver Mateo 2:13-15). Finalmente cuando el ángel de nuevo le ordenó volver a Palestina (Mateo 2:19-21), San José se deja conducir como un niño por Dios, sin murmurar. San José es el hombre justo y generoso, dispuesto a todos los sacrificios, abandonando al instante los consejos de la prudencia humana, para obedecer enseguida a las órdenes de Dios. Para San josé, el servicio de Dios prima ante todo y lo domina todo. Hacer acto de obediencia es poner su vida a las órdenes de Dios.


Fuente:  http://site-catholique.fr/index.php?post/Saint-Joseph-selon-Abbe-Paul

 

Hoy queremos pedir al Señor que los padres tengan la fuerza de poner todo acto y toda palabra en su hogar bajo la mirada de Dios. En un mundo en que pensamos que lo controlamos todo, donde nuestro conocimiento parece ilimitado, que no se rebelen ante la injusticia de la falta de trabajo, el sufrimiento o la pérdida de un hijo. Que sepan ponerse en manos de Dios, siendo así niños pequeñitos y atreviéndose a pedírselo todo en la oración a su Padre del Cielo, ya que nada es imposible para Dios. Que tengan la inteligencia y la sabiduría de reconocer el don de Dios en cada dificultad de su vida familiar y que sepan dar gracias en los días mejores.




Lectio Divina [Lectura Orante]

Mateo 5: 3-12

«Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.

Felices los afligidos, porque serán consolados.

Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.

Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.

Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

Felices los que son perseguidos por practicar la justicia,

porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos,

y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.

Alégrense y regocíjense entonces,

porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo;

de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.»


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Te propongo ahora esta magnífica oración atribuida a San Francisco de Asís, que yo rezo todas las mañanas y recomiendo encarecidamente a todas las figuras paternales, ¡para comenzar cada día!

Oración por la bondad y la compasión 

Señor, en el silencio de este día que nace,

vengo a pedirte paz, sabiduría, y fuerza.

Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.

Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.

Ver a tus hijos más allá de las apariencias, como tú Mismo los ves

para así poder apreciar la bondad en cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de toda maledicencia,

Que sólo los pensamientos que bendicen permanezca en mí.

Que sea tan benevolente y alegre, que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia.

Revísteme de tu bondad, Señor, y que a lo largo de este día yo te reconozca.


San Francisco de Asís


Acción concreta: Si sé de una persona cabeza de familia que este sin empleo o que tenga un familiar enfermo, alguien que tenga que tomar una decisión difícil por el bienestar de su familia, alguien que su fe este tambaleando, oraré para que siempre este bajo la mirada de Dios: que el Espíritu Santo lo ilumine siempre en sus decisiones. Daré gracias al Señor  para que logre discernir el don de Dios en esos momentos difíciles de su vida.

 

Oración de la comunidad

¡Salutation!

Dios te salve José Dios te salve José, que la gracia divina ha colmado. El Salvador ha descansado en tus brazos y crecido bajo tus ojos. Bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el divino hijo de tu virginal esposa. San José, dado por padre al Hijo de Dios, reza por nosotros en nuestros problemas de familia, de salud y de trabajo hasta nuestros últimos días y socórrenos a la hora de nuestra muerte. ¡Amén!

¡Gracias! 38 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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¡Oremos para que los padres imiten a San José!

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