Hoy contemplamos los Misterios Dolorosos

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SANTO ROSARIO - MISTERIOS DOLOROSOS

[Jesús ora en el huerto] 
1. MISTERIO: Lc. 22, 41-44 1º. JESÚS ORA EN EL HUERTO

«Jesús, puesto de rodillas, oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y entrando en agonía oraba con más intensidad. Y le vino un sudor como de gotas de sangre que caían hasta el suelo».

 

[Jesús es flagelado]
2. MISTERIO: Jn. 18, 38 - 19, 12º. JESÚS ES FLAGELADO

«Pilato se dirigió de nuevo a los judíos y les dijo: Yo no encuentro en El ninguna culpa. Hay entre vosotros la costumbre de que os suelte uno por la Pascua, ¿queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos? Entonces gritaron de nuevo: A Este no, a Barrabás. Barrabás era un ladrón. Entonces Pilato tomó a Jesús y mandó que lo azotaran».

 

 [Jesús es coronado de espinas]
3. MISTERIO: Mt. 27, 27-293º. JESÚS CORONADO DE ESPINAS

«Los soldados del procurador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron en torno a El a toda la cohorte. Le desnudaron, le pusieron una túnica roja y trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y en su mano derecha una caña; se arrodillaban ante El y se burlaban diciendo: Salve, Rey de los judíos».

 

 [Jesús con la cruz a cuestas]
4. MISTERIO: Jn. 19, 15-184º. JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS

«Pilato entonces se lo entregó, para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y El con la cruz a cuestas salió hacia el lugar llamado de la Calavera, en hebreo Gólgota».

 

 [Jesús muere en la cruz]
5. MISTERIO: Jn. 19, 18; 25-27, 305º. JESÚS MUERE EN LA CRUZ

«Le crucificaron, y con Él a otros dos, uno a cada lado y en el centro Jesús. Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena; Jesús, viendo a su Madre, dijo: Mujer, he ahí a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu madre. E inclinando la cabeza entregó el espíritu».

Oración de la comunidad

Consagración a Nuestra Sra. del Rosario

En comunión con Jesucristo, nos consagramos a Ti, Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Señora del Rosario. Con este acto queremos expresar nuestra disponibilidad a la voluntad de Dios, guiados por tu solicitud maternal. Es un acto que nos compromete a vivir según las exigencias de nuestro bautismo, como personas consagradas a Cristo y miembros de la Iglesia Santa. ¡Madre nuestra, Señora del Rosario!, ayúdanos a vivir como hijos de Dios. Nos consagramos a Ti, a tu Corazón Inmaculado, para que con tu ayuda podamos vivir con fidelidad en obsequio de Cristo. Acepta, Madre de la Iglesia, nuestra consagración, y ayúdanos a ser fieles en todo. Amén. Soy totalmente tuyo y todas mis cosas tuyas son.

¡Gracias! 2 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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