Con ansias en amores

Queridos amigos:

¿Cuál es según vosotros el motor de la vida espiritual? ¿Qué es lo que hace que sigamos pegados a Dios y no nos separemos de Él? ¿Qué es aquellos que hace que, a pesar de todas nuestras tentaciones, sequedades, arideces, cansancios, desánimos, incertidumbres, dudas, permanezcamos fieles y unidos a Cristo?

Es el Amor, y tiene que ser el Amor. Si el motivo, el impulso para seguir a Cristo es distinto al amor, si es el miedo, o los respetos humanos o cualquier otro, no seguiremos, porque no es posible ir a Él si no es por amor.

Ayer fue la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y hoy es la fiesta del Sagrado Corazón de María. Jesús nos muestra su corazón y nos descubre que lo único importante es el Amor, que no existe nada más. Y cuando al hombre se le olvida,  Jesús irrumpe una y otra vez a través de la historia para recordárnoslo, y a través de sus santos, nos dice que el Amor es el motor.   

San Juan de la Cruz también lo expresa así en Noche Oscura empezando así su poema:

“En una noche oscura,

con ansias en amores inflamada,

salí sin ser notada…”

El alma no sale al encuentro del amado si no es inflamada primero en su amor. Esto es lo más importante de toda la doctrina del santo. Por eso solo desde esta perspectiva se pueden leer sus obras. Y cuando se quiere dar a conocer al santo solo desde una perspectiva de negación y ascética sin explicar que el motor es el Amor, la verdad es que es un desastre y la gente sale corriendo y no quiere saber nada más de él. ¡Qué pena!

Si intentamos adoctrinar, predicar, pero no late un fuerte Amor a Jesús en nuestros corazones nuestras palabras serán huecas y no comunicaremos nada. Por eso necesitamos estar mucho tiempo en oración, con nuestro corazón pegado al de Jesús, corazón a corazón, dejándonos inflamar de su Amor, eso es lo único importante, todo lo demás se nos dará por añadidura.

Explica así el santo como el alma necesita estar inflamada en amor para encaminarse a la unión con su Esposo:

“Dice, pues, el alma que, con ansias, en amores inflamada pasó y salió en esta noche oscuras del sentido a la unión del Amado. Porque para vencer todos los apetitos y negar los gustos de todas las cosas, con cuyo amor y afición se suele inflamar la voluntad para gozar de ellos, era menester otra inflamación mayor de otro amor mejor, que es el de su Esposo, para que, teniendo su gusto y fuerza en éste, tuviese valor y constancia para fácilmente negar todos los otros. Y no solamente era menester para vencer la fuerza de los apetitos sensitivos tener amor de su Esposo, sino estar inflamada de amor y con ansias. Porque acaece, y así es, que la sensualidad con tantas ansias de apetito es movida y atraída a las cosas sensitivas, que, si la parte espiritual no está inflamada con otras ansias mayores de lo que es espiritual, no podrá vencer el yugo natural, ni entrar en esta noche del sentido, ni tendrá ánimo para se quedar a oscuras de todas las cosas, privándose del apetito de todas ella.    

Y cómo y de cuántas maneras sean estas ansias de amor que las almas tienen en los principios de este camino de unión; y las diligencias e invenciones que hacen para salir de su casa, que es la propia voluntad en la noche de la mortificación de sus sentidos; y cuan fáciles y aun dulces y sabrosos les hacen parecer estas ansias del Esposo todos los trabajos y peligros de esta noche, ni es de decir de este lugar, ni se puede decir; porque es mejor para tenerlo y considerarlo que para escribirlo. Y así, pasaremos a declarar los demás versos en el siguiente capítulo.” Subida del Monte Carmelo Libro 1 – Capítulo 14, puntos 2 y 3.  

Contarnos vuestra experiencia, ¿Habéis experimentado esta inflamación de amor que os ha llevado a buscar a Cristo a pesar de todas las dificultades?

Terminamos hoy con una oración a Jesús que podéis encontrar en mi blog, pulsa aquí.

Y un breve video con una reflexión sobre la fiesta de ayer:

¡Hasta la próxima semana amigos!

Oración de la comunidad

Jesús tu nombre me sana

Jesús, repito tu dulce Nombre, tranquilamente, empiezo a descansar en Ti, confío en Ti. Jesús, Tu sabes que estoy lleno de preocupaciones. Respiro suavemente , repito tu dulce Nombre y pongo todo el peso de mis ansiedades en tu hombro divino. Y ahora apoyo mi rostro en tu regazo y me dejo acariciar por tu mano dulce que me da tanta seguridad. Oigo tu voz suave que me dice que nada tema que Tú estás aquí conmigo. Jesús, Jesús, Jesús...

¡Gracias! 229 personas oraron

7 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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