En el amor y en el dolor, déjate hacer

Queridos amigos:

A veces el alma puede tener experiencias del Amor de Dios tan fuertes que la dejen confundida y le diga a Dios, ¿cómo puedo corresponder a tu amor?

Es doloroso no poder corresponder al Amor de Dios. Y es que en realidad no hay correspondencia alguna entre su amor y el nuestro. Pero entonces tal vez Dios responda al alma “Déjate hacer”.

Y dejarse hacer es complicado no solo en las experiencias dolorosas sino también en las amorosas. Las experiencias de amor de Dios dejan al alma en cierta forma humillada. Y crece en ella la humildad. Esto es una regla de oro para distinguir una experiencia de Dios de una que no lo es, que crezca en el alma la humildad. Podemos desconfiar de aquellas personas que van presumiendo de sus experiencias de Dios. Normalmente cuando se tiene una experiencia de Dios el alma la quiere esconder, quisiera desparecer para disfrutar a solas de su amado. Y además la experiencia la deja tan humilde que gime en su alma por no poder corresponder y se pregunta confundida, ¿Por qué a mí? Curiosamente ante el dolor también nos hacemos esa pregunta ¿Por qué a mí?

Por eso todo el proceso de purificación conlleva experiencias dolorosas y experiencia amorosas que también llegan a producir dolor, aunque en este último caso es un dolor anhelado. Por eso dejarse hacer es consentir a que Dios nos vaya transformando hasta que la llama de Amor que nos une, su llama y nuestra llama, sea una sola llama.

Dejarnos hacer, dejarnos amar, “soportar” ese Amor que nos deja tan descubiertos ante Él, que nos enseña nuestra pequeñez y la gran omnipotencia de Dios y someternos a ese poder, es lo único que podemos hacer.

Y por eso dice el alma en el poema de San Juan de la Cruz “Cántico Espiritual” refiriéndose a estos fervores de amor que a veces experimenta el alma:

‘Apártalos, Amado…”

Y explica el santo este verso:

“Según habemos dicho, el alma, conforme a los grandes deseos que tenía de estos divinos ojos, que significan la Divinidad, recibió del Amado interiormente tal comunicación y noticia de Dios, que le hizo decir: ¡Apártalos, Amado! Porque tal es la miseria del natural en esta vida, que aquello que al alma le es más vida y ella con tanto deseo desea, que es la comunicación y conocimiento de su Amado, cuando se le vienen a dar, no lo puede recibir sin que casi le cueste la vida de suerte que los ojos que con tanta solicitud y ansias y por tantas vías buscaba, venga a decir cuando los recibe: Apártalos, Amado."

"Porque es a veces tan grande el tormento que se siente en las semejantes visitas de arrobamientos, que no hay tormento que así descoyunte los huesos y ponga en estrecho al natural; tanto, que, si no proveyese Dios, se acabaría la vida. Y a la verdad, así le parece al alma por quien pasa, porque siente como desasirse el alma de las carnes y desamparar el cuerpo. Y la causa es porque semejante mercedes no se pueden recibir muy en carne, porque el espíritu es levantado a comunicase con el Espíritu divino que viene al alma, y así por fuerza ha de desamparar en alguna manera la carne. Y de aquí es que ha de padecer la carne y, por consiguiente, el alma en la carne, por la unidad que tienen en un supuesto. Y, por tanto, el gran tormento que siente el alma al tiempo de este género de visita, y el gran pavor que le hace verse tratar por vía sobrenatural, le hacen decir: Apártalos, Amado."

"Pero no se ha de entender que, porque el alma diga que los aparte, querría que los apartase, porque aquél es un dicho del temor natural, como habemos dicho; antes, aunque mucho más le costase, no querría perder estas visitas y mercedes del Amado, porque, aunque padece el natural, el espíritu vuela al recogimiento sobrenatural a gozar del espíritu del Amado, que es lo que ella deseaba y pedía."

"Pero no quisiera ella recibirlo en carne. Donde no se puede cumplidamente, sino poco y con pena, mas en el vuelo del espíritu fuera de la carne, donde libremente se goza; por lo cual dijo: Apártalos, amado, es a saber, de comunicármelos en carne." Cántico Espiritual. Canción 13 puntos 3-5.     

¿Has experimentando experiencias del Amor de Dios tan fuertes que te han hecho exclamar "Apártalos Amado"? Espero vuestros comentarios.

Y para seguir meditando os dejo este vídeo donde se narra esta canción 13 de la que hemos hablado:


¡Hasta la próxima semana!

Oración de la comunidad

Jesús tu nombre me sana

Jesús, repito tu dulce Nombre, tranquilamente, empiezo a descansar en Ti, confío en Ti. Jesús, Tu sabes que estoy lleno de preocupaciones. Respiro suavemente , repito tu dulce Nombre y pongo todo el peso de mis ansiedades en tu hombro divino. Y ahora apoyo mi rostro en tu regazo y me dejo acariciar por tu mano dulce que me da tanta seguridad. Oigo tu voz suave que me dice que nada tema que Tú estás aquí conmigo. Jesús, Jesús, Jesús...

¡Gracias! 239 personas oraron

9 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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