Reflexiona

Nuestras mentes a menudo se enfocan en las "cosas grandes" hacia las que nos esforzamos, pero cada día también es una oportunidad para disfrutar y experimentar las "pequeñas cosas". Si nos atrevemos a saborear estos sutiles recordatorios del amor y la gracia de Dios cada día, pueden ayudarnos a liberarnos de lo que idolatramos y de la ansiedad que a menudo nos consume.

Ora

Ser sorprendido por la gracia: antídoto diario de la ansiedad, regalos sutiles en un mundo ruidoso: sombras proyectadas sobre un campo al amanecer, como brillan los tallos de maíz de oro de la mañana; ronquidos suaves de un beagle durmiendo, despertando lentamente a una mano amorosa; Canción olvidada en la radio libertades del camino adolescente; extraña ardilla sabia en la ventana responde a sus extraños tapping; olor del condominio de al lado recuerda a las comidas al aire libre familiares; risa lejana en el aire otoñal, un recordatorio de alegría nunca se perdió. Dios abre mis ojos para recibir la gracia en el vasto misterio de sutileza.

Actúa

Toma nota de los momentos sutiles de hoy donde la gracia te sorprende. Recuerda estos momentos antes de irte a dormir y haz una simple oración de gratitud por las “pequeñas cosas” que Dios abrió sus ojos para ver.