Que uno muera por el pueblo (Jn 11,45-57)
¡Gracias por habernos acompañado!
Hemos llegado al final de la cuaresma y de nuestra preparación, no olvidemos lo aprendido a lo largo de este itinerario, tratemos de ponerlo en práctica siempre que sea posible. ¡Vayamos a vivir plenamente y de corazón esta Semana Santa!
Meditemos 🎧
¡Tu acción del día! 🌞
Ayuna de las cosas rutinarias que pierden tu sentido. Por ejemplo, utiliza una ruta diferente para ir a tu trabajo, aun cuando requieras más tiempo o distancia.
Ayuna del hábito, sustancia, práctica o actitud que obstaculiza tu crecimiento en tu relación con Dios.
Reflexiones 📃
Su respuesta aparece como la de un típico político realista: es preferible que muera un solo hombre por todo el pueblo que no la ruina de todo el pueblo. En una situación tan precaria como la que viven, conviene sacrificar a un hombre tan peligroso, ofrecérselo como carnaza a los romanos, a fin de mantener al menos la paz pública. En todo caso es mejor que una carnicería llevada a cabo por los romanos. Debemos reconocer que Caifás es un hombre de una mentalidad realista.
Si volvemos a meditar todos los textos que la Iglesia nos ha ido presentando a lo largo de la cuaresma, nos daremos cuenta del progresivo acercamiento que ha intentado realizar en nuestros corazones, no sólo al Padre, sino a la adorable persona de Jesús.
La Cuaresma es camino, pero su final no es la Cruz, sino la alegría de la Pascua. Esto nos obliga a cambiar un poco la mirada para fijarnos en la entrega de Jesús, porque la cuaresma no es un asunto de maquillaje, sino espacio de lograr que el corazón se deje invadir o aromatizar por el amor, el afecto a Jesús y a su Reino.
Que estos días solemnes que se avecinan encontremos tiempo, silencio, espacio… para dejarnos impregnar, contagiar, renovar y renacer por dentro, y afectarnos por las cosas de Dios, para vivir en plenitud la Pascua.
Dios quiere, también este año, restañar nuestras heridas, desterrar nuestras tristezas y depresiones, perdonar nuestras faltas, corregir nuestras divisiones.
¿Estamos dispuestos a una Pascua así'? En nuestra vida personal y en la comunitaria, ¿nos damos cuenta de que es Dios quien quiere «celebrar» una Pascua plena en nosotros, poniendo en marcha de nuevo su energía salvadora, por la que resucitó a Jesús del sepulcro y nos quiere resucitar a nosotros? ¿se notará que le hemos dejado restañar heridas y unificar a los separados y perdonar a los arrepentidos y llenar de vida lo que estaba árido y raquítico?
No importan los enemigos, ni las habladurías, pero El Señor vendrá a la fiesta.
Tu cruz... mi vuelo
En tu cruz, Señor,
sólo hay dos palos,
el que apunta como una flecha al cielo
y el que acuesta tus brazos.
No hay cruz sin ellos
y no hay vuelo.
Sin ellos no hay abrazo
Abrazar y volar.
Ansias del hombre en celo.
Abrazar esta tierra
y llevármela dentro.
Enséñame a ser tu abrazo.
Y tu pecho.
A ser regazo tuyo
y camino hacia Ti
de regreso.
Pero no camino mío,
sino con muchos dentro.
Dime cómo se ama
hasta el extremo.
Y convierte en ave
la cruz que ya llevo.
¡O que me lleva!
porque ya estoy en vuelo.
Ignacio Iglesias, sj
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6