Día 4: vive el tiempo - José al ritmo del plan de Dios

El largo período de soltería desafía a un mundo que ya no sabe vivir la larga espera. También desafía la lógica de un mundo en el que es urgente establecerse y estar seguro, aunque eso signifique vivir en relaciones mediocres y lejos de la comunión a la que hemos sido llamados.

-  Extracto de como columnas esculpidas (traducido del francés por Hozana). 

Nazaret, una escuela de paciencia

Toda la vida de María y José está impregnada de paciencia y de una cierta dulzura en su relación, las cuales se mantuvieron a pesar del tiempo. De hecho, José esperó pacientemente que María regresara de ayudar a su prima Isabel, durante el nacimiento de Juan el Bautista. De este modo, José y María también esperaron pacientemente el nacimiento de ese Hijo prometido por el Cielo que estaba creciendo en el vientre de la Virgen. 

María y José fueron modelos de paciencia durante su vida oculta en Nazaret. Ellos, aunque sabían que su hijo tenía grandes promesas del cielo, dejaron actuar a Dios con libertad   para que su simiente creciera. Ellos no empujaron a Jesús hacia su misión, sino que le ofrecieron un espacio de amor gratuito para que pudiera crecer en "sabiduría, estatura y gracia ante Dios y los hombres" (Lucas 2:52). Esta vida sencilla y oculta de la Sagrada Familia es la guardiana del tesoro más grande, el cual sería revelado al mundo en su debido momento. 

Debemos saber que José y María vivieron siempre al ritmo del plan de Dios y no se precipitaron en nada, no se impacientaron, sino que aceptaron que sus proyectos fueran cambiados muy a menudo.

Vive el tiempo

Durante la larga espera, el tiempo se convierte en un recurso y un aliado. De hecho, es precisamente en ese espacio que Dios trabaja en lo invisible. San Pablo dice: "en cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia" (Romanos 8:25). Debemos saber que aunque parece que nada sucede, esto no significa que Dios no está actuando. 

El hermano Christian de Chergé, mártir de Tibirina, explica la esperanza de esta manera: "El futuro sólo le pertenece a Dios. La paciencia es la virtud de la esperanza, y sólo puede haber esperanza si aceptamos no ver. Querer ver o imaginar el futuro es hacer de la esperanza una ficción, y me parece que, esto es violarla, de cierta forma"

...paciencia en la escuela de San José...

Podemos entregar a San José nuestra paciencia, nuestras preocupaciones,  nuestras ansiedades ante el paso del tiempo, esa sensación de que nada se mueve, de que volvemos al punto de partida. Pidámosle que interceda para purificar nuestra percepción del tiempo. Tomémonos el tiempo de anotar todos los cambios internos, las sanaciones recibidas, las renovaciones que han ocurrido en nuestras vidas y demos gracias, porque con el tiempo Dios actúa profundamente en nosotros. Él quiere manifestar su gloria en todas las áreas de nuestra vida.

Para finalizar este día, reza con confianza:

1 Padre Nuestro y 1 Ave María.

Luego, ¡reza la oración de esta hermosa novena!  

 ➡ Para ver la oración: ¡haz clic en el botón naranja "Oro", aquí abajo 👌

¡Nos vemos mañana!