Día 1: vive tu deseo- El gran amor de San José por la Virgen María

Caminar con Dios es contemplar el hecho de que Él respeta nuestro deseo infinitamente. Éloi Leclerc explica que: "estamos llamados a comenzar la vida divina con nuestro corazón de carne y con nuestras raíces vivas". De este modo, el deseo de contraer matrimonio, de tener vida conyugal, de ser madre, de ser padre, no es algo que el Señor desprecia. Por el contrario, Dios escucha esta sed y nos guía para que la respuesta se ajuste a lo que somos.

- Extracto de como columnas esculpidas (traducido del francés por Hozana).

El deseo de José

José amaba a la Virgen María con un amor muy profundo. En ocasiones, tendemos a creer que el matrimonio de José y María no fue verdadero, debido a la virginidad consagrada de la Virgen. Sin embargo, pensar esto es olvidar que la unión conyugal no solo se refiere a una unión de cuerpos, sino también de almas. El Espíritu Santo es quien une al hombre y a la mujer en el matrimonio. De hecho, Él trabajó el corazón del novio (José) y el corazón de la novia (María), de modo que el amor que los une es tierno y profundo.

Erri de Luca escribió  sobre ellos: "Eran hermosos y raros, un regalo del destino para ser usado con discreción y sin orgullo de posesión. La belleza es un regalo que se conserva durante mucho tiempo, si se guarda en la envoltura de la modestia" 

Nuestro deseo de amar y ser amado

El corazón del hombre espera una promesa que no decepcione, es decir,  un amor que restaure, nutra e irrigue totalmente al ser. Tenemos sed de un amor que revele nuestra belleza, nuestra dignidad; sed de un amor misericordioso que no se detenga en nuestros defectos, sino que revele nuestra nobleza. Aspiramos a un amor que sea la base en la que podemos apoyarnos con confianza.  Además esperamos un amor que despierte en nosotros pasión y sentimientos vivos. También aspiramos a un compañerismo, a una relación duradera y fértil, a una verdadera fecundidad (...). Maurice Zundel dice: "somos nuestra sensibilidad y no nuestra razón. El hombre no es un animal razonable, sino una sensibilidad, una pasión, un inmenso deseo, una inspiración formidable".

-Extracto de como columnas esculpidas (traducido del francés por Hozana).

...en la escuela de San José

José alimentó un gran deseo de acoger en su casa a su esposa María y nutrió un gran amor por ella. Además, Él entendió aquello que hace languidecer nuestro corazón. Por estas razones, podemos entregarle ese deseo que sentimos, podemos tomarnos el tiempo de depositarle aquello que deseamos vivir en una vida de pareja y de familia. No dudemos en decirle lo que hay en nuestro corazón, incluso en los más pequeños detalles, sabiendo que a San José, como un buen artesano, le gusta que seamos precisos. Él se encargará de contestarnos, solo es cuestión de entregarle todo con confianza y paciencia.

 Para finalizar este día, reza con confianza:

1 Padre Nuestro y 1 Ave María.

  Luego, ¡reza la oración de esta hermosa novena!  

 ➡ Para ver la oración: ¡haz clic en el botón naranja "Oro", aquí abajo 👌

¡Nos vemos mañana!