Día 28: Consagración a San José

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Gozo y alegría que tuve, cuando hallé al Niño Jesús enseñando a los doctores en el templo

Comenzamos este día con la oración inicial diaria:

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oh queridísimo San José, me consagro en tu honor, y me doy enteramente a ti, para que tú siempre seas mi padre, mi protector y mi guía en el camino a la salvación. Obtén para mí una gran pureza de corazón y un amor ferviente a la vida interior. Siguiendo tu ejemplo, que todos mis actos sean para la gloria más grande de Dios, en unión con el divino corazón de Jesús y el corazón inmaculado de María.

Oh bendito San José, ora por mí, para que pueda compartir en la paz y alegría de tu santa muerte. Amén.

Meditación del día, San José te habla:

Hoy, quiero darte la bienvenida a mi carpintería; desde muy temprano te estaba esperando; porque siento el deber de formarte en tu vida interior y de arrancar, dentro de ti, algunas cosas que te hacen imperfecto a los ojos de Dios. Esfuérzate, día a día, en superar tus debilidades; no puedes seguir cometiendo pecados; aun, las pequeñas faltas son ofensas al adorable Corazón de Jesús; por eso, te pido que seas muy meticuloso en el cumplimiento de tu deber; que siempre tengas en cuenta que, para salvarte, no puedes faltar a ninguno de los mandamientos; que tu vida debe encajar perfectamente con el Evangelio, que debes permanecer siempre unido a la Iglesia e identificarte de lleno con sus enseñanzas. 

Ven, siéntate a mi lado, y por un momento piensa: cómo estas llevando tu vida, qué situaciones puede haber en ti que opaquen la luz de Cristo e interfieran en tu conversión verdadera, si amas a Jesús con sinceridad de corazón; porque el amor se demuestra con hechos más que con palabras.

Hoy quiero manifestarte el gozo y la alegría que tuve, cuando hallé al Niño Jesús enseñando a los doctores en el templo; quedé estupefacto ante su gran sabiduría; me impresionó la propiedad con que hablaba, sus palabras eran como flechas incendiarias de amor que penetraban en mi Corazón y lo inflamaban de una paz celestial que me obligaba a derramar unas lágrimas. Mi alegría era inexplicable; sentía una felicidad que brotaba por los poros de mi piel al regresar a Nazaret, acompañado de Jesús como si fuera mi verdadero hijo; no comprendo cómo los hombres pueden vivir apartados del Señor; y no sienten la necesidad de buscarlo, de reconciliarse con Él.

Tú que dices ser un gran devoto de San José, te aconsejo que ames a Jesús hasta dar tu propia vida por Él; que estés siempre a su lado: amando, adorando y reparando su Corazón; que no sientas vergüenza de profesar públicamente tu fe. Muéstrate al mundo como un fiel apóstol del Sagrado Corazón de Jesús y un verdadero hijo y esclavo de María.

Canción para acompañar tu día

Como tú San José de Itala & Juanjo




Te invitamos a realizar esta acción concreta en el transcurso del día:

¿Quién es el pobre y vulnerable en mi vida? ¿Cómo hablo de ellos y respondo a sus necesidades? Examina si estás viviendo una vida ética y en línea con el plan de justicia de Dios y ten la disposición de hacer las enmiendas que sean necesarias.


Para finalizar, reza la oración que se encuentra en el botón "oro" de esta publicación.

Oración de la comunidad

Oración final diaria

¡Oh celestial José! Por el corazón de Jesús y el de María, por tu mismo corazón, te ruego que tomes un especial cuidado por la santificación de mi alma. Te pido que Tú mismo seas mi director, mi guía, mi padre y modelo en la vida espiritual, en el camino de la perfección, para que imitando tus virtudes obtengas mi felicidad eterna. Amén. + En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Consagración total a San José

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