Preparación para la muerte por San Alfonso María de Ligorio

"Si hoy estuviéses muerto ¿Qué desearías no haber hecho?" En esta comunidad leeremos y meditaremos una lección por día que nos ayudará a prepararnos mejor espiritualmente, ¡nos fortalecerá!

0 comparte

Estas lecturas nos ayudaran a valorar la vida que Dios nos ha regalado, a cambiar actitudes que no nos ayudan para la vida eterna y sin darnos cuenta pueden desviarnos de la SALVACIÓN. En este libro veremos la muerte como el inicio de la VIDA, la unión definitiva con Cristo, con su Reino, por toda la eternidad ¡preparemosnos!

¡Gracias mil te doy, oh Jesús y Redentor mío, porque no has querido que muriese cuando estaba en desgracia (sin Ti)! ¡Cuántos años que he merecido estar en el infierno!... Si hubiera muerto en aquel día, en aquella noche, ¿qué habría sido de mí por toda la eternidad?... ¡Señor!, te doy fervientes gracias por tal beneficio. Por tu misericordia.


Oración de el retiro

Oración que dirigió San Alfonso

Aquí me tienes Dios mío; yo soy aquel árbol que desde muchos años merecía haber oído de Ti estas palabras: Córtale, pues ¿para qué ha de ocupar terreno en balde?... (Lc., 13, 7). Nada más cierto, porque en tantos años como estoy en el mundo no te he dado más frutos que abrojos y espinas de mis pecados... Mas Tú, Señor, no quieres que yo pierda la esperanza. A todos has dicho que quien te busca te halla (Lc., 11, 9). Yo te busco, Dios mío, y quiero recibir tu gracia. Aborrezco de todo corazón cuantas ofensas te he hecho, y quisiera morir por ellas de dolor. Si en lo pasado huí de Ti, más aprecio ahora tu amistad que poseer todos los reinos del mundo. No quiero resistir más a tu llamamiento. Ya que es voluntad tuya que del todo me dé a Vos, sin reserva a Ti me entrego todo... En la cruz te diste todo a mí. Yo me doy todo a Ti. Tú, Señor, has dicho: Si algo pides en mi nombre, Yo lo haré (Jn., 14, 14). Confiado yo, Jesús mío, en esta gran promesa, en tu nombre y por tus méritos te pido vuestra gracia y vuestro amor. Haced que de ellos se llene mi alma, antes morada de pecados.