Consagración al Inmaculado Corazón de María

Conságrate y a tu familia al Inmaculado Corazón de de María con el método de San Luis de Montfort.

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¡Conságrate y a tu familia también!

¡Escoge como fecha de inicio el 13 de mayo: fiesta de Nuestra Señora de Fátima!

¿Cómo funciona?

Te proponemos renovar tu corazón, por medio de la consagración al Inmaculado Corazón de María. Siguiendo el método de los 33 días de San Luis de Montfort,  haz parte de las miles de personas que llevarán luz con esta renovación.


Concretamente, ¿qué vas a recibir en esta comunidad?

Cada día, del 18 de enero al 18 de febrero, recibirás:

📖Una meditación,

📖Una oración para que hagas esta consagración 


 ¡Une  tu corazón al de Jesús y al de María por medio de esta consagración!

Oración de la novena

CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO A JESUCRISTO POR MEDIO DE MARÍA

(San Luis María Grignion de Montfort) ¡Oh Jesús, Sabiduría eterna y encarnada!, verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo único del Padre Eterno y de María, siempre Virgen! Te adoro en la gloria del Padre, durante la eternidad y en el seno virginal de María, tu Madre, en el tiempo de tu Encarnación. Te doy gracias porque, anonadándote, haz venido al mundo, hombre entre los hombres y servidor del Padre, para librarme de la esclavitud del pecado. Te alabo y glorifico Señor, porque has vivido en obediencia amorosa a María, para hacerme fiel discípulo suyo. Desgraciadamente, no he guardado los votos y promesas de mi bautismo y no soy digno de llamarme hijo de Dios. Por ello, acudo a la misericordiosa intercesión de tu Madre, esperando obtener por su ayuda el perdón de mis pecados y una continua comunión contigo, Oh Sabiduría Encarnada. Te saludo pues, oh María Inmaculada, templo viviente de Dios: en ti ha puesto su morada la Sabiduría Eterna para recibir la adoración de los ángeles y de los hombres. Te saludo, oh Reina del cielo y de la tierra: a ti están sometidas todas las criaturas. Te saludo, refugio seguro de los pecadores: todos experimentan tu gran misericordia. Acepta los anhelos que tengo de la Divina Sabiduría y mi consagración total. Yo, ____________________________________________ consciente de mi vocación cristiana, renuevo hoy en tus manos mis compromisos bautismales. Renuncio a Satanás, a sus seducciones, a sus pompas y a sus obras, y me consagro a Jesucristo para llevar mi cruz detrás de Él, en la fidelidad de cada día a la voluntad del Padre. En presencia de toda la corte celestial, te elijo en este día por mi Madre y Maestra. Me entrego y consagro a ti, como tu esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis posesiones tanto internas como externas, incluso el valor de todas mis buenas acciones, pasadas, presentes y futuras, dejando en ti, entero y completo derecho de disponer de mí, y todo lo que me pertenece, sin excepción, de acuerdo a tu voluntad, para mayor gloria de Dios en el tiempo y en la eternidad. Madre del Señor, acepta esta pequeña ofrenda de mi vida y preséntala a tu Hijo; si Él me redimió con tu colaboración, debe también ahora recibir de tu mano, el don total de mí mismo. En adelante, deseo honrarte y obedecerte en todo como verdadero esclavo tuyo. ¡Oh Corazón Inmaculado de María!, que yo viva plenamente esta consagración para prolongar en mí la amorosa obediencia de tu Hijo y dar respuesta a la misión trascendental que Dios te ha confiado en la historia de la salvación. ¡Madre de misericordia!, alcánzame la verdadera Sabiduría de Dios, y hazme plenamente disponible a tu acción maternal. Colócame así, entre los que tú amas, enseñas, guías, alimentas y proteges como hijos tuyos. ¡Oh Virgen fiel!, haz de mí un auténtico discípulo e imitador de tu Hijo, la Sabiduría Encarnada. Contigo, Madre y modelo de mi vida, llegaré a la perfecta madurez de Jesucristo en la tierra y a la gloria del cielo, Amén ¡Totus Tuus!.