Recemos el Rosario todos los días
Recemos el Santo Rosario todos los días, como medio de meditar y contemplar los misterios de la vida del Señor de la mano de la Virgen María.
Sigamos la petición que hizo Nuestra Madre a los tres pastorcillos de Fátima: “Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quién se sacrifique y rece por ellas”.
Desde la Asociación y Cofradía del Rosario del Rosario de Santo Domingo el Real http://www.cofradiarosario.net os proponemos que nos unamos todos en esta bella oración para meditar y contemplar los misterios de la vida del Señor de la mano de la Virgen María.
Cada día publicaremos los Misterios del Rosario que se contemplan, acompañados de una breve meditación de los mismos, que nos ayuden a profundizar en tan grandes misterios.
Nuestra Asociación es una sociedad de fieles perteneciente a la Orden de Predicadores (Dominicos) ordenada al culto y plegaria a la Virgen María y a la mutua ayuda espiritual, mediante la práctica y difusión del Rosario.
La Cofradía del Rosario, dentro de la Asociación, pretende la glorificación de la Virgen María y el bien de los miembros, reportando a éstos:
- La mutualidad de bienes: Cada Cofrade beneficia con su Rosario y buenas obras a todos los demás y se beneficia de ellos.
- La participación de los bienes espirituales de toda la Orden de Santo Domingo de Guzmán (Dominicos), que concede a los Cofrades.
- La abundancia incomparable de indulgencias concedidas por la Iglesia a la Cofradía del Rosario.
- La numerosidad de sufragios que la Orden de Santo Domingo y las Cofradías ofrecen por sus miembros difuntos.
Añadamos al final de cada misterio las palabras de la Virgen en Fátima: “Cuando recéis el Rosario, decid después de cada misterio: ‘Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas’”.
Imagen de Nuestra Señora del Rosario, venerada
en la iglesia del Convento de Santo Domingo el Real,
Madrid - España